MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) ha identificado que la interacción entre dos elementos del sistema inmunitario es clave para la transformación de una respuesta inmunitaria en una inflamación crónica que promueve el cáncer. Así, han demostrado que bloquearlos previene el desarrollo de cáncer de piel y colon en ratones con inflamación crónica.
En su estudio, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', los investigadores han demostrado que los niveles elevados del factor inmune IL-33 y las células T reguladoras (Treg), que suprimen la acción de las células inmunitarias que combaten los tumores, establecen el escenario para el desarrollo de cáncer de piel asociado con dermatitis crónica y cáncer colorrectal en pacientes con colitis.
"Nuestra investigación revela un eje inmunole crítico que inicia el desarrollo de una inflamación crónica que promueve el cáncer. Este eje es el 'talón de Aquiles' de la inflamación crónica y su bloqueo promete prevenir el desarrollo del cáncer en la inflamación crónica, que representa casi el 20 por ciento de todas las muertes por cáncer en el mundo", explica el autor principal del estudio, Shawn Demehri.
Los tipos de cáncer asociados con la inflamación crónica incluyen el cáncer colorrectal asociado a la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer de hígado por hepatitis, el cáncer de estómago en gastritis y los cánceres de piel asociados con varias enfermedades inflamatorias de la piel.
Los autores señalan que la actividad de ciertas células inmunitarias, incluidas las Treg, las células auxiliares T del tipo 2 y los macrófagos, distingue la inflamación crónica, que induce el cáncer, de la inflamación aguda, que se caracteriza por las acciones de las células T asesinas y las células asesinas naturales, que protegen contra el cancer.
En su búsqueda de factores que pueden contribuir a la transformación de la inflamación aguda a la crónica, los investigadores aplicaron regularmente una sustancia irritante a la piel de los ratones. Observaron un aumento en la expresión de IL-33, un factor conocido para alertar al sistema inmunitario del daño tisular y tener un papel en las reacciones alérgicas, inmediatamente antes de la transición de la dermatitis aguda a la crónica.
Así, han evidenciado que la presencia de IL-33 era necesaria para esta transición, y que el bloqueo de la expresión de la molécula receptora de IL-33 en las células Treg previene el desarrollo de cáncer de piel en animales con dermatitis crónica.
"Ahora sabemos que este eje IL-33/Treg es un evento iniciador en el desarrollo de una inflamación propensa al cáncer y que la inhibición de esa interacción puede prevenir el cáncer asociado con la inflamación en ratones", concluye el investigador.