MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas ha demostrado que una forma de biopsia líquida que mide las células tumorales circulantes (CTC) puede ser útil para identificar a los pacientes de melanoma con riesgo de recaída que podrían beneficiarse de una terapia más agresiva después del tratamiento primario.
Los resultados del estudio se publican este lunes en 'Clinical Cancer Research', revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.
Aunque las CTC se pueden detectar en pacientes con melanoma, existen datos limitados sobre su importancia en la enfermedad en estadio III (con ganglios positivos). Este estudio prospectivo se basó en investigaciones anteriores que encontraron CTC en un número significativo de pacientes con cáncer de mama, lo que se asoció con una recaída, independientemente de otros métodos existentes para determinar el pronóstico.
"Nuestros hallazgos son significativos, dado que existe la necesidad de biomarcadores a base de sangre para guiar la toma de decisiones clínicas para pacientes con melanoma en estadio III", señala Anthony Lucci, D, profesor de Oncología Quirúrgica de Mama y Oncología Quirúrgica, y líder del estudio.
"Actualmente no hay análisis de sangre disponibles para ayudar a los médicos a determinar con precisión qué pacientes tienen probabilidades de recaer, y quién debe recibir terapia, y cuáles son de bajo riesgo y podrían observarse", recuerda.
Los investigadores evaluaron las CTC durante la primera visita a la clínica del paciente, y se comparó la supervivencia sin recaída entre pacientes con uno o más CTC, versus aquellos sin ellas. Se observaron CTC en 90 de 243 pacientes inscritos en el estudio.
"Nuestro análisis demostró que la detección de CTC se asoció significativamente con una disminución en la supervivencia libre de recaídas a los seis meses y persistió en un seguimiento a más largo plazo de 54 meses --apunta Lucci--. Los datos de este estudio brindan apoyo para la búsqueda futura de técnicas de biopsia líquida para ayudar a identificar a los pacientes con mayores probabilidades de beneficiarse de la terapia sistémica adyuvante".
Lucci agrega que esto es vital dado que actualmente no existe un consenso claro sobre cuándo recomendar la inmunoterapia para pacientes con melanoma con ganglios positivos.
A pesar del desarrollo de nuevas terapias dirigidas e inmunes para tratar el melanoma, muchos pacientes no responden a estas terapias o desarrollan resistencia a la terapia dentro de seis a ocho meses. Debido a que tales terapias también pueden tener efectos secundarios, evitar el tratamiento en pacientes con bajo riesgo de recaída puede prevenir el sobretratamiento.