MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Pittsburgh y la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (EEUU) han descubierto que el líquido linfático de los drenajes quirúrgicos podría servir como información sobre tratamientos más precisos para pacientes con cáncer de cabeza y cuello causado por el virus del papiloma humano (VPH).
El nuevo estudio, publicado en 'Clinical Cancer Research', una revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer, muestra por primera vez que el ADN del VPH en el líquido linfático recogido después de la cirugía es un potente biomarcador que podría predecir el riesgo de recurrencia del cáncer y ayudar a los médicos a decidir si intensificar las terapias adyuvantes o reducir de forma segura el tratamiento para los pacientes con cáncer de cabeza y cuello VPH-positivo.
"En la última década, ha surgido un interés creciente por la biopsia líquida para detectar las recidivas del cáncer después del tratamiento", ha afirmado el autor principal, José P. Zevallos, profesor y catedrático Eugene N. Myers del Departamento de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de Pitt y del Centro Oncológico Hillman del UPMC.
"Nuestro objetivo era introducir la biopsia líquida en la vía curativa del cáncer de cabeza y cuello para poder utilizarla, no sólo para detectar recidivas, sino también para ayudar a tomar decisiones sobre el tratamiento", indica el autor del estudio.
En el pasado, el cáncer de cabeza y cuello afectaba casi exclusivamente a bebedores empedernidos y fumadores, pero el panorama de esta enfermedad ha cambiado radicalmente debido al VPH, según Zevallos. El carcinoma orofaríngeo de células escamosas positivo para el VPH ha superado al cáncer de cuello de útero como la neoplasia maligna más frecuente relacionada con el VPH, y su incidencia está aumentando rápidamente en todo el mundo.
EL LÍQUIDO LINFÁTICO QUIRÚRGICO APORTARÍA MÁS INFORMACIÓN
Hasta un 30 por ciento de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello sufren recidivas debidas a células cancerosas difíciles de detectar que eluden el tratamiento. El objetivo de las biopsias líquidas es detectar signos reveladores de cánceres persistentes midiendo biomarcadores presentes en la sangre, la orina y otros fluidos corporales. Pero Zevallos, cirujano oncólogo, se preguntaba si el líquido linfático quirúrgico podría ser más informativo para la biopsia líquida del cáncer de cabeza y cuello.
"Tras la cirugía, a los pacientes se les suele insertar un drenaje quirúrgico para evacuar el líquido linfático que, de lo contrario, se acumularía bajo la piel y causaría problemas. Este líquido suele tirarse a la basura, pero nuestro estudio demuestra que es increíblemente valioso. Me encanta el concepto de encontrar valor en residuos que se han pasado por alto", ha explicado Zevallos.
El nuevo estudio, dirigido por Zevallos y el coautor principal Aadel Chaudhuri, profesor asistente de oncología radioterápica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, se centró en una cohorte de más de 100 pacientes en tratamiento por OPSCC VPH-positivo.
Después de extirpar quirúrgicamente el tumor a los pacientes, el equipo recogió líquido linfático quirúrgico 24 horas después de la intervención y también tomó muestras de sangre para compararlas. A continuación, midieron el ADN libre de células, el material genético que ya no está dentro de una célula sino que flota libremente en el líquido acelular.
Encontraron ADN libre de células del VPH (cf-VPH) en el 78 por ciento de las muestras de líquido linfático, pero sólo en el 12 por ciento de las muestras de sangre. Los niveles de cf-VPH eran miles de veces superiores en la linfa que en la sangre, lo que sugiere que este residuo quirúrgico puede detectar ADN canceroso con más sensibilidad que la sangre.
Tras la cirugía, las pacientes pueden necesitar radioterapia adyuvante con o sin quimioterapia para eliminar las células tumorales restantes. El criterio de referencia que utilizan los médicos para tomar esta decisión es la patología quirúrgica, que consiste en inspeccionar visualmente los ganglios linfáticos y los márgenes quirúrgicos en busca de células malignas.
El análisis del líquido linfático reflejaba fielmente este patrón de referencia. La abundancia de cf-VPH en el líquido linfático estaba estrechamente relacionada con el número de ganglios linfáticos a los que se había extendido el cáncer y su agresividad en ellos. Del mismo modo, las pacientes con cero ganglios linfáticos metastásicos no tenían cf-VPH detectable.
EL ANÁLISIS DEL LÍQUIDO LINFÁTICO SERVIRÍA COMO GUÍA DE TRATAMIENTOS
Por otra parte, el análisis del líquido linfático podría servir de guía para reducir la intensidad del tratamiento en algunos pacientes. Tres pacientes del estudio que recibieron quimiorradiación adyuvante no tenían cf-VPH detectable en su líquido linfático, lo que sugiere que tenían un riesgo bajo de recurrencia. Los investigadores especulan que una terapia adyuvante menos agresiva podría haber sido apropiada, pero esto necesita más investigación.
"Esta prueba trata de la intensificación y la desintensificación precisas", afirma Chaudhuri.
A continuación, el equipo desarrolló un modelo de aprendizaje automático para predecir la supervivencia sin progresión, es decir, qué pacientes recurrirán o permanecerán libres de enfermedad, que incluía el cf-HPV tanto de la sangre como del líquido linfático, así como datos patológicos y otra información del paciente. El modelo identificó con precisión a las pacientes de bajo y alto riesgo, y el cf-HPV del líquido linfático fue un aspecto muy importante del modelo.
"Podemos utilizar un líquido tomado apenas 24 horas después de la intervención para predecir qué pacientes acabarán recayendo y cuáles permanecerán libres de recidivas. Esto podría ser increíblemente valioso para tomar decisiones de tratamiento en la clínica", ha asegurado Zevallos.
El equipo trabaja ahora para validar y ampliar sus hallazgos, incluido el desarrollo de una prueba basada en líquido linfático para el cáncer de cabeza y cuello VPH negativo.