MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los avances en el estudio de biomarcardores inflamatorios
facilitan la individualización del tratamiento del paciente con edema macular diabético (EMD), según han asegurado los profesionales que han asistido a la Reunión RedTen '10 años tejiendo redes en Retina', organizada por Allergan, an AbbVie company.
El encuentro ha servido para presentar los últimos avances científicos en el ámbito de la Oftalmología y ha contado con
la participación de más de 100 especialistas de toda España, con presencia de expertos nacionales e internacionales.
La compañía ha explicado que el EMD se debe a un trastorno inflamatorio en la mácula del ojo, consecuencia de los cambios metabólicos secundarios provocados por el mal control de la glucemia en los pacientes diabéticos. El reto es que el paciente reciba el tratamiento más adecuado al estadio concreto de su enfermedad, tanto si es de nuevo diagnóstico como ya previamente tratado. El tratamiento del EMD es la terapia intravítrea, una técnica mínimamente invasiva -mediante inyecciones- cuyo objetivo es reducir el nivel de edema y prevenir la afectación de la visión.
"Debería tenerse en cuenta el uso de biomarcadores que permiten realizar una evaluación del proceso inflamatorio del edema macular que sufre el paciente con el fin de establecer las necesidades terapéuticas de forma individualizada", ha señalado la doctora Maribel López.
Para ello, ha añadido que es necesario el uso de la tomografía de coherencia óptica (OCT), prueba que permite detectar estos biomarcadores inflamatorios en el ojo del paciente, determinando el estado de salud ocular y permitiendo que el especialista pueda tomar decisiones terapéuticas en función de cada caso y ofrecer el tratamiento más adecuado a cada paciente.
Entre los biomarcadores de tomografía de coherencia óptica detectados como factores predictivos relevantes en el diagnóstico del EMD se encuentran el desprendimiento neurosensorial (DNS), los puntos hiperreflectivos (HRDs) y los quistes. Asimismo, la evidencia científica señala que los pacientes que logran una mayor
ganancia visual son los tratados más tempranamente y de forma individualizada.
De ahí, la importancia de que el paciente reciba el tratamiento más adecuado en fases iniciales de la enfermedad. Ello se traduciría en que los pacientes tendrían una menor carga de tratamientos, reducirían el número de visitas, y, por ende, su adherencia al
tratamiento y sus resultados de agudeza visual mejorarían.
Por ello, señala la compañía, analizar la presencia de biomarcadores inflamatorios en pacientes nave podría permitir la individualización del tratamiento y optar al tratamiento con el implante intravítreo de dexametasona (OZURDEX), que proporciona mejoras significativas de la agudeza visual y reduce el número de inyecciones a dos al año desde el primer momento del diagnóstico.
Por otro lado, la reunión también ha dedicado un espacio al análisis de la importancia de implementar estrategias en la atención oftalmológica del paciente con diabetes que contemplen el próximo reto que llega con el envejecimiento poblacional y el incremento de enfermedades crónicas. Se estima que para 2040 habrá un aumento de un 50% en el número de personas en el mundo que necesiten un examen rutinario para la detección de una enfermedad ocular a causa de la diabetes.
En esta línea, el doctor Francisco Cabrera, ha expuesto en la ponencia "Eficiencia en los circuitos de oftalmología", en el marco de la reunión RedTEN, que para hacer frente a la carga asistencial en oftalmología y ofrecer un proceso eficaz a los pacientes es necesario desarrollar circuitos de atención al paciente con edema
macular diabético que sean ágiles y efectivos.
"El papel de Atención Primaria es clave a la hora de garantizar una derivación rápida a oftalmología ante los primeros síntomas del Edema Macular Diabético para frenar la evolución de la enfermedad y conservar la visión y la calidad de vida del paciente. Por eso debe existir una coordinación eficaz entre Atención Primaria y Atención Especializada, desde la detección por parte del médico de familia hasta la consulta con el oftalmólogo, que garantice el diagnóstico y tratamiento precoz del paciente y facilite un adecuado control y adherencia al tratamiento", ha insistido.