Los biomarcadores abren nuevas vías para mejorar el abordaje de la artrosis, según expertos

Archivo - Imagen de recuros de unas manos de mujer con artrosis.
Archivo - Imagen de recuros de unas manos de mujer con artrosis. - EYEPARK/ISTOCK - Archivo
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Publicado: lunes, 20 octubre 2025 18:32

MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los biomarcadores abren nuevas vías para mejorar el abordaje de la artrosis gracias al diagnóstico precoz y los tratamientos personalizados, según ha compartido varios expertos durante su participación en una jornada celebrada en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas.

Organizada por el Grupo de Bases Moleculares y Celulares de las Enfermedades Inflamatorias/Autoinmunes de la UCM en colaboración con la Red de Enfermedades Inflamatorias (RICORS-REI), la jornada ha tenido como objetivo "aunar la experiencia clínica, la innovación y la visión de los pacientes", en palabras de los organizadores.

"La artrosis está entre las diez enfermedades que más discapacidad causan en los países desarrollados. Tradicionalmente la asociamos con la edad avanzada, pero también puede afectar a personas jóvenes y a deportistas", ha explicado durante la apertura de la sesión Carmen Martínez, profesora titular en la Facultad de Medicina de la UCM, investigadora en el Instituto de Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos (IdISCC) y representante de la RICORS-REI.

Martínez ha subrayado el compromiso de esta Red con la investigación colaborativa y con la participación activa de los pacientes. "Su voz es fundamental, tanto para el avance científico como para la práctica clínica", ha añadido.

LA ARTROSIS YA NO ES UNA ENFERMEDAD DEGENERATIVA

"En la actualidad, diagnosticar y tratar la artrosis no sirve de mucho. Hay que pronosticar y prevenir", ha defendido Francisco J. Blanco, del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC).

"El problema es que hoy en día diagnosticamos tarde, cuando el cartílago y otros tejidos de la articulación ya están dañados y el paciente tiene dolor. Lo ideal sería identificar la enfermedad en su fase temprana, cuando se están produciendo cambios a nivel molecular pero todavía no hay síntomas", ha añadido.

Este retraso en el diagnóstico también afecta a los resultados que se obtienen en los ensayos clínicos, según explica Blanco: "Se han probado muchos fármacos pero no se ha podido demostrar que frenen la progresión de la artrosis, probablemente porque los estamos probando en pacientes que ya están en la fase terminal, donde revertir o frenar el proceso es muy complicado".

Aun así, el reumatólogo ha destacado que en las últimas tres décadas se ha producido un gran impulso en el conocimiento de la enfermedad (gracias a la concepción de la articulación como un órgano y no un tejido y al desarrollo de herramientas moleculares que permiten estudiarla con detalle). Esto le permite albergar cierto optimismo respecto a nuevos abordajes diagnósticos y terapéuticos en los próximos años.

Este mayor conocimiento, según detalla, ha llevado a un cambio en la definición de la artrosis. De acuerdo con las nuevas descripciones que recoge la Organización Internacional para la Investigación en Artrosis (OARSI, por sus siglas en inglés), esta ya no es una enfermedad degenerativa, sino una enfermedad inflamatoria, que implica cambios moleculares y metabólicos en los tejidos de la articulación.

También se han podido establecer diferentes tipos de artrosis (fenotipos) en función de las causas de la enfermedad y distintos perfiles de riesgo. En la actualidad, la investigación busca establecer biomarcadores (señales o moléculas que se pueden medir y que informan de lo que está sucediendo en la articulación) que permitan lograr un diagnóstico temprano y un tratamiento personalizado.

"Gracias a los biomarcadores, podremos aplicar la medicina de precisión a la artrosis. Del fenotipo tenemos que pasar al endotipo y al teratipo: conocer cómo cada paciente responderá a cada terapia", señala. En concreto, Blanco investiga en el desarrollo de biomarcadores capaces de anticipar el diagnóstico y la progresión.

El experto también ha mencionado, entre otros, el uso de la puntuación de riesgo poligénico (PRS), la búsqueda de polimorfismos del ADN mitocondrial del cartílago y la identificación de alguna proteína dentro de las más de 1.500 que se han descubierto asociadas a distintos tipos de artrosis. También ha indicado la clasificación de pacientes según su respuesta a los SYSADOA, fármacos de acción lenta dirigidos a mejorar la función articular y sobre los que todavía no hay un consenso pleno. "Nosotros defendemos que sí son útiles para el control del dolor en algunos pacientes y hemos desarrollado un instrumento para predecir quiénes podrían responder mejor", ha anunciado.

NUEVOS ENFOQUES TERAPÉUTICOS PARA QUIENES YA TIENEN ARTROSIS

Por su parte, Raquel Largo, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) ha destacado que, además de identificar las etapas más precoces de la enfermedad a través de biomarcadores, cada vez más grupos de investigación trabajan en encontrar estrategias útiles para aquellos pacientes que ya presentan síntomas clínicos.

"Debemos ofrecer esperanza y motivación a quienes ya sufren la enfermedad", ha señalado la doctora. En su opinión, esas opciones pasan por aplicar un enfoque holístico sobre la patología. "Reducir el estrés, mejorar la dieta, controlar la ansiedad, dormir bien y bajar de peso son opciones claras para ralentizar la progresión de la enfermedad", ha subrayado.

Largo ha apuntado que la artrosis es una enfermedad compleja y multifactorial, en la que intervienen factores mecánicos, metabólicos, neurológicos y emocionales y en la que "dos más dos no son cuatro". "La artrosis no mata, pero lo que conlleva sí: no caminar, no hacer vida social, la depresión o los problemas cardiovasculares asociados", ha enumerado.

"Hay varias publicaciones recientes, dos de ellas aparecidas en 'Nature Reviews: Rheumatology', que hablan de esta enfermedad como una enfermedad del organismo; no del cartílago, como clásicamente nos han hablado, y más allá de la enfermedad del órgano de la que nos hablaba el doctor Blanco. La artrosis es una enfermedad sistémica, del paciente en su conjunto", ha finalizado.

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