El bioético brasileño Volnei Garrafa destaca los principios de la SIBI frente a una nueva colonización de países ricos

Actualizado: lunes, 11 octubre 2010 11:10

EEUU sigue haciendo experimentos en humanos sin su consentimiento en aras de un beneficio futuro, dice el profesor

OVIEDO, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El profesor de la Universidad de Brasilia (Brasil) y presidente de la Red Latino-Americana y del Caribe de Bioética de la Unesco, Volnei Garrafa, ha resaltado los principios que defiende la SIBI (Sociedad Internacional de Bioética), presidida por el asturiano Marcelo Palacios, que responden a criterios sociales, ambiéntales y sanitarios frente a una nueva colonización por parte de los países ricos, que él lama 'colonialidad'.

En una entrevista concedida a Europa Press, Garrafa, que ha pronunciado este domingo una conferencia en Gijón sobre este asunto, ha apuntado que si bien es cierto que hoy día no existen colonias, no lo es menos que se da una 'colonialidad'. Como ejemplo, ha puesto el caso de EEUU, quien lleva a caso experimentos médicos en África en aras a un beneficio futuro para todos.

A este respecto, ha recriminado que se apele a compartir los beneficios de las investigaciones entre todos, cuando se hacen en África y los beneficiados son los países desarrollados. Es más, ha señalado que EEUU, que recientemente ha pedido perdón a Guatemala por haber infectado con la sífilis en la década de los 40 a algunos de sus ciudadanos intencionadamente para buscar una vacuna, sigue haciendo lo mismo.

Como ejemplo, ha citado que hace dos años en Brasil se descubrió que la Universidad de Florida (EEUU) estaba realizando una investigación sobre malaria en el Amazonas que contaba con autorización del Gobierno. No obstante, los términos del consentimiento fueron modificados por los americanos sin consentimiento del Gobierno de Brasil, según él, basándose en el concepto de 'doble estándar' de investigación.

Como consecuencia, los "cobayas humanos" se dividieron en dos grupos, en el primero se utilizaba a las personas como cebo para capturar la mosquito antes de que picara, mientras que en el segundo, se sometían a cien picaduras al día por unos diez euros. "El 3,6 por ciento de los mosquitos estaban infectados de malaria", ha enfatizado.

Garrafa se ha preguntado sobre qué persona firmaría consintiendo que le contagiaran y ha criticado que los americanos crean que es "aceptable", con la única justificación de que todos saldremos beneficiados en el futuro. Además, ha incidido en que no sigue el proceso judicial, pero sin detenidos extranjeros. "Mientras tanto, dos trabajos científicos ya salieron publicados con esto", ha recriminado.

Asimismo, ha señalado que las investigaciones que se llevan a cabo en el continente africano son "terribles" y ha añadido que los Comités de Ética de África están "corrompidos" por EEUU al "entrenarles" a pensar de la misma manera y en ese beneficio futuro.

"El colonialismo se fue, pero está la colonialidad", ha indicado para después explicar que ésta está ahora "diluida" y existe incluso dentro de los mismos países europeos por las bolsas de pobreza que hay. Por este motivo, ha indicado que hoy día no hace falta irse a África para realizar experimentos clínicos en humanos y ha agregado que en el mismo Brasil o Argentina hay un primero y cuarto mundo, por lo que es más cercano y más barato. Garrafa ha apostado por no dejarse influir por los países más poderosos y ha abogado por establecer controles.

Frente a esta colonialidad, está la llamada bioética de intervención, más politizada y no neutral, que dé respuesta concreta a los conflictos. En ella se estudian aspectos no sólo biosanitarios o biomédicos, sino también temas sociales, ambientales y sanitarios, aunque desde el punto de vista de acceso a los servicios de salud y los medicamentos como derecho del Hombre.

En este sentido, se ha congratulado por el cambio experimentado en la sociedad, ya que en los años 90 sólo se entendía la bioética para temas de clonación o técnicas reproductivas. Poco a poco, los temas "persistentes más que emergentes", según él, fueron abriéndose camino, tales como el hambre, la pobreza, la discriminación y vulneración social o la estigmatización. Y en esta línea se enmarca el próximo congreso de la SIBI, para él, en una red ambiental sostenible.

Garrafa ha recordado que fue una lucha "muy dura" el lograr que estos principios fueran incluidos en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la Unesco, aprobada en 2005. Gracias a ésta, se ha cambiado la agenda de bioética mundial, y ya no es sólo temas técnicos o biotecnológicos.

En su opinión, el concepto de desarrollo sostenible conlleva calidad de agua y oxígeno como temas de ética de vida. Unos criterios que poco a poco van sentando las bases de los reglamentos internacionales y estos, a su vez, de las políticas de los países. La Declaración de la Unesco, para él, es un referente para la construcción de leyes. "Ya empieza a tener futuro", ha dicho sobre la bioética.

Asimismo, ha destacado que en España esté "bien avanzada" la cuestión de la bioética y ha resaltado, especialmente, los controles que deben pasar las investigaciones. "Los filtros están bien establecidos", ha apuntado.

Preguntado por el Premio Nobel de Medicina 2010 recaído en Robert Edwards, padre de la fecundación in Vitro, se ha mostrado "absolutamente" a favor de este galardón y ha apuntado que es bienvenido si trae felicidad con seguridad. En este asunto, se ha preguntado por qué no hacerlo si las tecnologías son seguras y ha rechazado los condicionantes religiosos.

INFLUENCIA DE LA IGLESIA

Respecto a otros temas como el aborto, ha indicado que en Latinoamérica todo va con más retraso. De hecho, ha indicado que en Chile sigue estando prohibido abortar en cualquier situación, aún incluso si peligra la vida de la madre. Para Garrafa, la Iglesia no debería influir ya que es una cuestión técnica y no religiosa y ha apostado por que cada país ajuste a su moralidad sus leyes.

Garrafa tampoco ha sido ajeno a la actualidad de su país, inmerso en un proceso de elecciones. Aunque se ha mostrado seguro que va a ganar Dilma Rousseff, ha señalado que el pueblo "no le dio a Lula -Da Silva, actual presidente- un cheque en blanco".

"Le dio un apoyo significativo", ha agregado con alusión a los votos recibidos por la discípula de Da Silva, de la que espera que siga el camino de la lucha contra la pobreza. En su opinión, el Gobierno de Da Silva ha sido "extraordinario" y ha destacado la "calidad" de Rousseff, que puede convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.