El tratamiento en casa permite a los pacientes llevar una vida normal y contribuye a la sostenibilidad del sistema
PALMA DE MALLORCA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
El hospital Son Llàtzer dispone desde el año 2002 de la Consulta de Enfermedad Renal Crónica, si bien es ahora cuando ahora ha recibido la certificación ISO 9001:2008. Su objetivo es el de ofrecer información a los pacientes sobre su patología, detectar candidatos a recibir un trasplante, retrasar el tratamiento de diálisis y ayudarlos a decidir el tipo llegado el momento.
A medio plazo, el trabajo desarrollado en la consulta servirá para impulsar la diálisis domiciliaria, un sistema que proporciona autonomía a los pacientes y los permito llevar una vida autónoma, ha informado el Govern a través de un comunicado.
La diabetes y la hipertensión son el origen de más del 50% de los casos de enfermedad renal crónica, seguidas por otras causas como por ejemplo la insuficiencia cardiaca, la cardiopatía isquémica, la herencia genética y las patologías autoinmunes.
"Dado que la enfermedad renal afecta el 10% de la población mundial (contando todos los casos de afectación, desde el más leve al más grave), se están empezando a aplicar estrategias por tratarla, entre las cuales contar con consultas de enfermería específicas, como en el caso de Son Llàtzer", añade la nota.
De este modo, la Consulta de Enfermedad Renal Crónica acompaña los pacientes en la toma de decisiones sobre el tratamiento sustitutivo renal de acuerdo con sus valores y el estilo de vida, aun cuando, en un primer momento, lo que busca es detectar pacientes que, atendiendo a sus características, puedan recibir un trasplante, tanto de donante vivo como de cadáver.
Si esto no es posible y se requiere diálisis, uno de los sus objetivos es, en los casos de los pacientes que cumplen los requisitos para ser candidatos, aconsejarlos que reciban la diálisis peritoneal o domiciliaria.
Actualmente, Son Llàtzer tiene 70 pacientes que reciben el tratamiento de hemodiálisis convencional en el hospital y 7 de los cuales hacen diálisis peritoneal en su domicilio. Se espera que en el plazo de cinco años el 30% de los pacientes reciban el tratamiento de diálisis peritoneal en casa suya.
Cuando el médico diagnostica una insuficiencia *renal crónica terminal significa que los riñones no cumplen la función de depurar las sustancias tóxicas de la sangre, por lo cual se recomienda, en primer lugar, un trasplante y dependiendo de la diálisis, en algunos casos la hemodiálisis y en otros la diálisis peritoneal domiciliaria.
"Siempre que sea posible se aconseja la diálisis domiciliaria, porque lo que volamos conseguir es un modelo de paciente crónico autónomo, independiente y con una vida familiar normal y que no tenga la necesidad de faltar de su lugar de trabajo", explica el jefe del Servicio de Nefrología del hospital Son Llàtzer, Joan Buades Fuster, quien añade que esta técnica ofrece muy buenos resultados de supervivencia, una gran calidad de vida y pocas contraindicaciones.
Con respecto al consumo de recursos sanitarios, esta técnica es limitada y el coste es un 55% inferior al de la hemodiálisis hospitalaria, que requiere un espacio y un importante consumo de recursos humanos.
La Consulta de Enfermedad Renal Crónica de Son Llàtzer, las responsables de la cual son Aroa Fernández y Catalina Amengual, es de las primeras de todo el sido que tiene el certificado ISO 9001:2008.
Su tarea es acompañar los pacientes y su familia en el proceso clínico, mediante herramientas de apoyo que los permitan conocer mejor la enfermedad y a ayudarlos a decidir entre las opciones de tratamiento renal sustitutivo más adecuado a su estilo de vida. Ambas explican que en la fase inicial buscan retrasar la diálisis tanto como sea posible con medidas de prevención, como por ejemplo la dieta y otras pautas de vida saludable, la medicación, etc.
Debido a la enfermedad renal crónica adelantada, 46.000 usuarios de la sanidad pública española (el 0,1 % de la población) consumen el 2,5% del gasto sanitario. Y esta proporción se incrementará porque la prevalencia de la patología aumenta progresivamente con el envejecimiento de la población.