MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La extracción y crio conservación de múltiples pequeñas muestras de la corteza ovárica, realizadas a una edad temprana, y la reimplantación repetida de las muestras después de la extinción natural de la actividad ovárica, podrían evitar los efectos adversos de la menopausia durante largos periodos, tal y como ha comentado el director de la clínica MARGen de Granada, Jan Tesarik.
Precisamente, un grupo de científicos belgas trabaja en una nueva técnica para retrasar la menopausia basada en el autotrasplante del tejido ovárico de la propia mujer, extraído y congelado antes del inicio de la menopausia. "Hasta ahora, los autotrasplantes de tejido ovárico se utilizaban como un método para preservar la fertilidad en casos de daño irreversible a los ovarios, causados por diferentes enfermedades o intervenciones terapéuticas", ha dicho el experto.
De hecho, en la mayoría de los casos, el autotrasplante restauró la actividad ovárica en lo que concierne a la secreción hormonal, si bien, la duración de esta actividad depende de la edad de la mujer en el momento de extirpación del tejido ovárico.
En este sentido, estudios ya han confirmado la persistencia de la actividad del tejido ovárico extirpado a una mujer de 44 años durante 18 meses después de su reimplantación. Además, en el caso de mujeres más jóvenes, de entre 19 y 22 años de edad, el tejido ovárico extraído funcionó durante 6 o 7 años después de la reimplantación, y el periodo de actividad se pudo extender a más de 12 años después de la repetir de la intervención.
"Estos resultados sugieren que una extracción y crio conservación de múltiples pequeñas muestras de la corteza ovárica, realizadas a una edad temprana, y la reimplantación repetida de las muestras después de la extinción natural de la actividad ovárica, podrían evitar los efectos adversos de la menopausia durante largos periodos, sin recurrir a la terapia hormonal sustitutiva", ha dicho Tesarik.
Dicho esto, el experto ha destacado dos aspectos "importantes" de esta técnica, que parece suficiente realizar implante subcutáneo de un solo pequeño trozo de la corteza ovárica en un sitio ectópico y fácilmente accesible, como por ejemplo el antebrazo; y que las exigencias sobre el funcionamiento del tejido implantado se limitan a la secreción de hormonas y no incluyen la producción de óvulos fecundables.
"El implante se puede realizar con anestesia local y quitar fácilmente en caso de necesidad", ha añadido, para avisar de que "queda por ver la viabilidad de someter a mujeres jóvenes sanas a una intervención quirúrgica innecesaria en el momento, con el único objetivo de realizar un tratamiento que parece útil hoy día, pero con la perspectiva de su aplicación 20-25 años más tarde, especialmente cuando se investiga en otros tratamientos, no invasivos.