El autismo podría predecirse con chequeos médicos a partir de los 18 meses

Al nacer, se toman muestras de sangre de los recién nacidos y se utilizan para detectar enfermedades genéticas. Un nuevo estudio de investigación ayudará a determinar si estas gotas también pueden ayudar a predecir el riesgo de autismo.
Al nacer, se toman muestras de sangre de los recién nacidos y se utilizan para detectar enfermedades genéticas. Un nuevo estudio de investigación ayudará a determinar si estas gotas también pueden ayudar a predecir el riesgo de autismo. - US GOVERNMENT - Archivo
Publicado: miércoles, 5 agosto 2020 16:26

MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

Médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Shinshu (Japón) han realizado un estudio para utilizar el chequeo de salud de los 18 meses como una oportunidad para detectar el trastorno del espectro autista (TEA), porque su detección temprana puede conducir a un mejor pronóstico.

En el trabajo, publicado en la revista 'Journal of Autism and Developmental Disorders', niños nacidos entre el año 2009 y 2012 en la ciudad de Okaya, situada en la prefectura de Nagano, participaron para investigar la incidencia y los factores de riesgo de los trastornos del espectro autista.

Hasta 1.067 niños, o el 85 por ciento de los niños nacidos en la ciudad de Okaya durante el período de 3 años, recibieron el examen médico de 18 meses. El 3,1 por ciento de los niños examinados fueron diagnosticados más tarde con TEA en el momento en que alcanzaron la edad escolar (6 años el 1 de abril). Se observó que muchos de estos niños tenían habilidades motoras y de comunicación social deterioradas a los 18 meses. Los resultados de este estudio sugieren que el examen médico que la mayoría de los niños en Japón reciben a los 18 meses puede ser un método efectivo para detectar el TEA.
Antecedentes

La proporción de personas diagnosticadas con TEA ha aumentado en todo el mundo en las últimas dos décadas. Una encuesta realizada en EE.UU. en 2014 reportó una prevalencia del 1,68% en niños de 8 años. Una de las principales razones del aumento de la prevalencia en los últimos años es la mejora de la precisión de las pruebas de detección.

La detección e intervención temprana de los TEA es importante para mejorar el pronóstico de los niños con TEA. Sin embargo, se considera difícil detectar el TEA en niños menores de 2 años utilizando las herramientas de detección comunes que se utilizan hoy en día.