MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Monash, en Australia, está trabajando en una vacuna que podría curar completamente el asma generado por las alergias a los ácaros del polvo del hogar. Si tienen éxito, esta vacuna podría tener el potencial para curar a estos pacientes utilizando sólo dos o tres dosis.
El profesor El Meeusen, quien trabaja con el profesor Robyn O'Hehir, ambos de la Facultad de Medicina, Enfermería y Servicios Sanitarios de esta universidad, cree que una vacuna para las personas con alergia a los ácaros del polvo podría reportar importantes beneficios financieros y sanitarios para pacientes y gobiernos.
"Estamos buscando desarrollar una vacuna que pueda ser administrada totalmente en dos o tres dosis. Esto significa que una persona que sufra alergia a los ácaros del polvo podría respirar fácilmente al recibir la última dosis", dice Meeusen.
"Las alergias cuestan a la economía australiana aproximadamente 7.000 millones de dólares anuales. La potencial reducción del coste para pacientes y gobiernos a través de la erradicación de esta alergia común como esta es inmensa", asevera.
UNA VACUNA PARA LA ALERGIA A LOS CACAHUETES
Por otra parte, el profesor O'Hehir ha hecho también significativos avances en el desarrollo de una vacuna para personas alérgicas los cacahuetes. En la actualidad, no existe un tratamiento específico para este tipo de alergia. El tratamiento de la anafilaxis con adrenalina es la única opción.
La inmunoterapia con alérgeno está disponible sólo para algunos pacientes con alergia a los ácaros del polvo, pero las inyecciones necesitan ser administradas regularmente durante de tres a cinco años.
Para Meeusen, "este método de inmunización es bastante precario porque la medicina moderna aún no está totalmente segura de cómo funciona realmente". "La inmunización se administra en pequeñas dosis. Una dosis demasiado alta puede causar un 'shock' anafiláctico. Se trata de una línea muy fina", dice.
Las pruebas de laboratorio han demostrado que existe la predisposición genética a ser alérgico a más de un alérgeno. "Ya sabemos que ser alérgico a los cacahuetes también supone que existe una probabilidad de desarrollar alergia a los ácaros del polvo de la casa", dice Meeusen.
"En personas es difícil observar cómo se dan las alergias en sus etapas tempranas, porque nunca se consigue ver al paciente hasta que desarrolla su respuesta alérgica", dice.
"Nuestro test nos ha permitido ver el primer momento en el que nuestro modelo es expuesto al alérgeno", explica este investigador, señalando que así han podido comprobar qué modelos iban a desarrollar una alergia y cuáles no, para determinar las diferencias entre ellos.