MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los respiros familiares mediante estancias temporales en residencias de mayores son un recurso que ha visto su demanda aumentada en más de un 50% en los últimos diez años, según datos de Geriatros-SARquavitae.
Esta modalidad de atención residencial, que aumenta considerablemente en los periodos vacacionales, especialmente en verano, son una vía para que el cuidador principal obtenga el descanso físico y psicológico necesario para evitar el denominado síndrome del cuidador quemado. Aunque este recurso se utiliza durante todo el año ante convalecencias, recuperaciones hospitalarias o viajes imprevistos son especialmente requeridos ante la programación de las vacaciones.
Los beneficios que revierte esta modalidad asistencial inciden en el cuidador, que puede tomarse un tiempo de descanso y también en la persona atendida, que recibe en las residencias un servicio profesionalizado e individualizado, ajustado a sus necesidades y requerimientos.
Las personas que disfrutan del respiro familiar disponen de todos los servicios sociosanitarios ofertados por los centros, tales como asistencia y seguimiento médico durante todo el día, programas de rehabilitación, terapias ocupacionales o animación sociocultural.
Además, los centros ofrecen servicios de 'hotelling' orientados a conseguir el máximo confort de los residentes. El familiar o cuidador recibe información constante y detallada sobre el día a día y la adaptación de la persona atendida.
La edad media de usuarios del servicio denominado 'Respiro Familiar' es de 82 años, y el tiempo promedio de estancia es de quince a treinta días en verano y de dos a cuatro días durante el resto del año.