La atención a un paciente con ictus por parte de un neurólogo en las primeras horas reduce en un 50% el riesgo de muerte

Ictus, accidente cerebrovascular
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Actualizado: lunes, 29 octubre 2018 16:29


MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

La atención a un paciente con ictus por parte de un neurólogo en las primeras horas reduce en un 50 por ciento la probabilidad de fallecer o de discapacidad grave, según se ha puesto de manifiesto durante la jornada 'Situación actual de la atención al ictus en España: de la Estrategia Nacional a los Planes Regionales', organizada por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Asociación Freno al ICTUS.

Se trata de una enfermedad cerebrovascular que constituye uno de los principales problemas socio-sanitarios en España, y es la segunda causa de muerte global (a primera en mujeres, además de la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. Cada año, unos 110.000-120.000 españoles sufren un ictus y, de ellos, aproximadamente un tercio queda con secuelas. Esta situación hace que el ictus ocasione un gasto sanitario anual de aproximadamente 1.250 millones de euros en España, sin contar con el importante impacto personal y familiar.

"Es una enfermedad compleja, que requiere atención inmediata y que se beneficia de asistencia especializada, puesto que la intervención de neurólogos con experiencia en enfermedades cerebrovasculares mejora la evolución de los pacientes con ictus y reduce la mortalidad, la dependencia posterior, y los costes del proceso. Además, también han sido claramente demostradas las ventajas de organizar los cuidados médicos y de enfermería en una Unidad de Ictus (UI)", ha dicho el presidente de la Sociedad Española de Neurología, Exuperio Díez Tejedor.

Además, en los últimos años se han introducido nuevas medidas terapéuticas, como la trombólisis o la trombectomía mecánica que, administradas en las primeras horas, aumentan considerablemente la probabilidad de recuperación neurológica. En este sentido, la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, María Alonso de Leciñana, ha insistido en que una de las "claves para el éxito" en la atención del ictus es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias.

Es por ello que, tal y como ha argumentado, en la cadena asistencial destinada a esta patología es fundamental la interconexión y coordinación precisa entre los servicios de urgencia extra e intrahospitalarios con el 'Código Ictus', diseñado con el fin de una rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes a los servicios de Urgencias.

"Pero además, la introducción de nuevas técnicas terapéuticas ha obligado a actualizar los modelos organizativos anteriores con el objetivo de que su disponibilidad abarque todo el territorio nacional, asegurando la equidad en el acceso de los pacientes a estos tratamientos", ha recalcado la doctora.

IMPORTANCIA DE LAS UNIDADES DE ICTUS

Asimismo, durante el encuentro se ha recordado que las Unidades de Ictus son el recurso más eficiente para el tratamiento de la fase aguda del ictus, porque este dispositivo asistencial ha demostrado reducir la mortalidad, la dependencia y la necesidad de cuidados institucionales en los pacientes con ictus.

"En los últimos años ha aumentado el número de Unidades de Ictus y centros de intervencionismo considerablemente. Así, de las 39 Unidades de Ictus con las que contábamos en 2010, hemos pasado a 75 en enero de 2018. Además actualmente existen 41 centros que pueden realizar trombectomía. También ha aumentado el número de redes de teleictus, que ya funciona en muchas Comunidades Autónomas", ha dicho la doctora De Leciñana.

Sin embargo, ha avisado de que "aún queda mucho por hacer", asegurando que el trabajo conjunto entre los profesionales y los responsables de los Servicios de salud de las comunidades autónomas es la clave del éxito. Y es que, uno de los principales aspectos a mejorar es el retraso en la llegada al hospital del paciente.

Así, los expertos han señalado que aunque el 'Código Ictus' ha disminuido mucho esta demora, todavía puede disminuirse aún más. Un objetivo que implica a pacientes, servicios de Urgencias extrahospitalario y hospitales, que deben de disponer de vías clínicas eficientes que permitan identificar y aplicar el tratamiento dentro de los primeros 60 minutos tras la llegada del paciente al servicio de urgencias.

"El ictus es una enfermedad tiempo-dependiente ya que el pronóstico de un afectado depende en gran medida de recibir atención especializada urgente. Las Unidades de Ictus y la implantación del Código Ictus -que coordina los servicios de emergencia con los hospitales- es un modelo de éxito, es un modelo que ha demostrado que funciona mejorando el porcentaje de mortalidad y reduciendo la discapacidad que genera. En todo caso, hay que seguir trabajando para contar con estos recursos en todo el territorio y para concienciar a la población que cada minuto cuenta y que, en este caso, tiempo es cerebro. Hay que saber identificar los síntomas y ante cualquier sospecha llamar a los servicios de emergencia", ha zanjado el presidente de Freno al ICTUS, Julio Agredano.