Los primeros ensayos realizados en ratones ofrecen buenos resultados frente al melanoma y el cáncer de colon.
OVIEDO, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias trabaja en cuatro patentes sobre la aplicación de ingeniería genética para obtener modificaciones químicas que produzcan nuevos compuestos antitumorales que permitan mejorar los tratamientos contra el cáncer.
El equipo está compuesto por 14 investigadores, entre los que hay profesores universitarios, posdoctorales y doctorandos, y lleva trabajando en este campo desde 1986. El director del grupo, José Antonio Salas, indicó en declaraciones a Europa Press, que las cuatro patentes presentadas el año pasado son el resultado de aplicar esta tecnología a cuatro tipos de compuestos distintos.
Según explicó, se trata de patentes que se basan en lo mismo. "Hay microorganismos, bacterias en este caso, que de modo natural, producen compuestos, algunos de los cuales son antitumorales", señaló.
De este modo, comentó que el propósito del proyecto es hacer que determinados microorganismos sinteticen nuevos compuestos --ligeramente distintos en su estructura química-- derivados del que producen. "Buscamos que los compuestos derivados tengan alguna propiedad mejor que el compuesto del que se originan", añadió.
"Esa molécula que sale nueva, a veces es más activa, tiene mejores propiedades farmacológicas, es menos tóxica o tiene menos efectos secundarios o nocivos para el paciente en tratamiento, con lo que puede mejorar a la anterior", argumentó.
Respecto al futuro uso terapéutico de las patentes, de las que una ya está aprobada --compuesto de mitramicina-- y las otras tres en proceso de aprobación, José Antonio Salas resaltó que el equipo tiene una empresa 'spin off' que se llama 'Entrechem, S.L.', que está localizada en los Servicios Científico Técnicos de la Universidad de Oviedo, y está intentando desarrollar estos compuestos.
"A veces las patentes pueden quedarse en papel mojado si ninguna empresa está interesada en su desarrollo, y también es posible que la institución propietaria de la patente, que en este caso es la Universidad de Oviedo, contacte con empresas farmacéuticas para ofrecerles la patente e intentar llegar a un acuerdo para vender la patente", dijo abordando las posibilidades futuras.
Y es que reseñó que el camino para que un compuesto se lleve al uso clínico desde que se descubre puede durar 10 años de término medio. "Esperamos que nuestras patentes tengan aplicación pero es prematuro saberlo, hay que empezar a hacer los ensayos paso a paso y ver su eficacia", dijo.
Entre ellas, una es el desarrollo del nuevo compuesto 'mitramicina' a partir de la 'plicamicina', de uso clínico, mientras que otras como la 'oviedomicina' o la 'rebecamicina' son nuevos compuestos sin uso terapéutico actual y por tanto de carácter genérico a priori.
ESTUDIO CON RATONES
Los primeros ensayos realizados en ratones, para evaluar el desarrollo del compuesto de la metramicina --estudio más avanzado a partir de la patente realizada junto a la Universidad de Kentucky-- ha dado buenos resultados en el caso de melanomas (piel) y en cáncer de colon, aunque "el destino se irá viendo", dijo Salas. "El tumor llega a desaparecer en la mayoría de los ratones", añadió.
No obstante, remarcó que "muchas veces no es tan necesario un nuevo compuesto más activo como el hecho de que sea menos agresivo y cause menos daño".
"Lo que se hace es inducir en un ratón un tumor y luego tratar al animal con el compuesto para ver si el tumor sigue creciendo o si deja de crecer, o incluso pueda llegar a desaparecer", describió el investigador señalando que este compuesto es "más activo y menos tóxico que el compuesto original".
-. Firma: LFR .-