OVIEDO 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los centros de salud asturianos han suministrado 187.184 vacunas contra la gripe a fecha 30 de noviembre, durante las nueve primeras semanas de la campaña. La Dirección General de Salud Pública ha decidido manterla activa hasta el próximo 21 de diciembre, ya que el seguimiento de la situación aún no muestra indicios de circulación de los virus gripales en Asturias.
Así lo ha informado este sábado la Consejería de Sanidad a través de una nota de prensa, en la que recuerda a las personas con enfermedades crónicas y, en general, a todos los mayores de 65 años que no se han vacunado en esta campaña, que aún pueden acudir a su centro de salud para inmunizarse y protegerse frente a las peores consecuencias de la gripe.
Hasta el pasado día 30 de noviembre, durante las primeras nueve semanas de vigencia de la campaña, se administraron en los centros de salud asturianos 187.184 dosis de vacuna contra la gripe. El 74% de las vacunas se aplicaron a personas de 65 años de edad o mayores, que constituyen la principal franja de población a la que se dirige la vacunación, y que ha alcanzado una cobertura del 56%. Así, ocho de cada diez personas dentro de este grupo recibieron la vacuna porque padecían una enfermedad crónica y sólo dos de cada 10 se vacunaron únicamente por su edad.
Por otra parte, de las 49.409 personas menores de 65 años que acudieron al sistema sanitario para inmunizarse contra la gripe, un 78% presentaba una enfermedad crónica y el 14% trabajaba en el sector sociosanitario.
SE MANTIENE LA TÓNICA
La campaña de vacunación antigripal de esta temporada sigue la tónica de los últimos años, en los que se ha constatado que la principal demanda de vacunación procede de personas con enfermedades crónicas, que son el principal objetivo de la campaña. Además, se ha detectado una escasa demanda por parte de personas con indicación de vacunación por razón de su edad y también entre los trabajadores sociosanitarios.
Los virus de la gripe circulan por todo el mundo y pueden afectar a personas de cualquier edad. La infección causa epidemias anuales que en las regiones templadas como Asturias alcanzan su mayor incidencia durante el invierno. Ante esta circunstancia, la vacuna es la forma más eficaz de prevenir las complicaciones graves de la enfermedad en las personas vulnerables y de reducir la mortalidad por gripe estacional, que se propaga fácilmente y puede extenderse con rapidez en centros sanitarios, escuelas, residencias asistidas o lugares de trabajo y ciudades.
Las minúsculas gotas infectadas que expulsa el paciente al toser pueden ser inspiradas por otras personas que quedan así expuestas al virus, que también se propaga a través de las manos infectadas. Para evitar el contagio se recomienda lavarse las manos regularmente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar.
La Consejería de Sanidad recomienda la vacunación a los profesionales sanitarios, los trabajadores de centros residenciales y sociosanitarios, los docentes y el personal de servicios públicos de atención directa, tanto para eludir la infección como personas más expuestas al contagio, como para evitar la transmisión a las poblaciones vulnerables con las que trabajan.