MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El astigmatismo ya se puede operar con "gran eficacia" y la "misma predictibilidad" que la miopía, tal y como ha asegurado el especialista del departamento de Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Daniel Elies.
Este astigmatismo, que provoca que las imágenes se enfoquen distorsionadas sobre la retina y que afecta tanto a la visión cercana como lejana, es el único defecto refractivo que no es esférico (como la miopía, la hipermetropía y la presbicia), sino que se produce cuando el globo ocular tiene forma ovalada y uno de sus ejes es más largo que otro. Por tanto, a la hora de corregirlo, su dificultad radica en actuar en el meridiano exacto en el que se produce el defecto.
"Si queremos ser precisos, las agujas deben marcar justo la hora indicada; una diferencia de segundos o, en el caso de la cirugía refractiva, de milímetros, que puede alterar el eje, solo con un pequeño cambio de posición del paciente", ha argumentado el especialista de IMO.
En este sentido, prosigue, el avance técnico de la mano de equipos automatizados aporta al cirujano la capacidad de ser más preciso a la hora de posicionar correctamente las lentes intraoculares, que pueden sustituir o no al cristalino (lentes pseudofáquicas o fáquicas), así como de aplicar la energía del láser excímer para moldear y regularizar la córnea, asistido con el sofisticado láser de femtosegundo.
OTRAS OPCIONES QUIRÚRGICAS
Además de la cirugía refractiva con lentes intraoculares o con técnica láser, otra opción quirúrgica disponible para personas astigmáticas es la técnica incisional (queratotomía arcuatas), que consiste en realizar pequeños cortes en la superficie de la córnea para compensar el defecto refractivo.
"Aunque actualmente no suele ser la primera opción, ya que no alcanza un grado tan alto de precisión como los otros procedimientos, tiene utilidad, por ejemplo, en pacientes en los que el astigmatismo es muy bajo y solo se necesita una pequeña ayuda para minimizarlo", ha detallado el experto.
Dado que el astigmatismo se presenta generalmente asociado a miopía, hipermetropía o catarata, pueden aprovecharse estas intervenciones para tratar casos leves que, por sí solos, a menudo no requieren corrección. De hecho, la incidencia de este defecto refractivo aumenta hasta el 60 por ciento si se tienen en cuenta aquellas personas con menos de 0,5 dioptrías.
Sin embargo, el experto ha avisado de que el hecho de que la alteración tenga un impacto significativo no depende solo del valor de graduación sino, sobre todo, de las necesidades visuales de cada paciente, quien toma en última instancia la decisión de optar por la cirugía u otras alternativas.
Estas son la corrección con gafas o lentes de contacto, requiriéndose en este último caso una adaptación también "muy precisa" para evitar el desplazamiento de la lentilla con el parpadeo y, por tanto, la mala corrección del problema visual.