MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Español de Linfomas/Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha anunciado la puesta en marcha del primer registro epidemiológico nacional de estos tumores producidos por la proliferación de células linfoides, principalmente en los ganglios linfáticos.
Más de 90 expertos se han reunido recientemente en Palma de Mallorca en el encuentro anual de este grupo para unificar criterios y mejorar tratamientos en torno al abordaje de este tipo de cáncer, que es tratado en pacientes cada vez más mayores.
En este sentido, la doctora Concepción Boqué, del Instituto Catalán de Oncología (ICO), ha reconocido que "dado el aumento de la edad en la población general, se estima un incremento del 65 por ciento en la incidencia de la enfermedad hacia 2030".
"Hasta la actualidad, los ensayos clínicos se vienen realizando en población joven, extrapolándose los resultados de eficacia y tolerancia a los pacientes de edades más avanzadas", según esta experta, que por ello reclama más herramientas que midan la robustez de los pacientes antes de afrontar un tratamiento agresivo "para no incurrir en infratratamientos por miedo a las toxicidades".
Las escalas de comorbilidad son herramientas que "permiten al clínico medir y evaluar condiciones clínicas que acompañan al paciente y que tienen impacto en su supervivencia o reserva funcional", señala la experta.
"Se utilizan para conocer si un paciente puede tolerar un determinado tratamiento o procedimiento médico, y siempre deben tenerse en cuenta, dado que pueden condicionar la selección de determinados medicamentos y/o ajuste en las dosis", ha destacado.
En este ámbito concreto, "se sabe que la supervivencia en los linfomas agresivos va estrechamente relacionada con la intensidad de tratamiento", apunta la doctora Boqué, de ahí la necesidad de conocer aquellos elementos relacionados con la edad y las comorbilidades antes de indicar un tratamiento agresivo es importantísimo.
"Solo en los pacientes con fragilidad irreversible se recomiendan tratamientos paliativos; en aquellos cuya fragilidad es reversible se deberían indicar tratamientos ajustados y medidas de soporte geriátricas específicas", según ha destacado.