ZARAGOZA 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los tres maestros que integran el aula del Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza atienden cada año una media de 1.000 niños, a los que se les presta una atención individualizada durante su estancia hospitalaria.
Estos tres profesores, junto con otros cinco, integran el equipo del Miguel Servet, del Clínico y de Atención Domiciliaria, y han sido distinguidos con la Medalla de la Educación Aragonesa 2012.
De los niños enfermos ingresados en el hospital, algunos requieren que sus profesores estén a pie de cama ayudándoles con sus asignaturas, mientras que otros se pueden sentar codo con codo con sus compañeros de enfermedad en el aula infantil.
Según ha explicado una de las profesoras del aula, Teresa Callau, "nosotros nos adaptamos a las circunstancias de cada niño y a su forma de aprender y les damos una atención totalmente individualizada".
Otra de las maestras del equipo, Beatriz Pardina, ha apuntado que "nuestro objetivo es que el niño, una vez que es dado de alta, pueda incorporarse con normalidad al curso escolar y que no pierda el hábito de estudio".
Callau ha añadido que "intentamos que el alumno pueda continuar en la medida de sus posibilidades con su desarrollo integral, y ello nos hace trabajar en tres áreas, la cognitiva, afectiva y social".
Este equipo atiende a alumnos de 3 a 16 años. La mayoría están ingresados en el hospital, pero "siempre hay algún alumno que por su enfermedad permanece en Traumatología o en el Hospital General", ha destacado otro de los maestros, Jesús Ibáñez, quien suele desplazarse en estos casos a estos dos hospitales.
Además, Pardina ha señalado que "cuando un niño que está ingresado en el Infantil no puede venir al aula por sus circunstancias, vamos a las habitaciones".
Cada lunes, los maestros se informan de los nuevos ingresos para distribuir al alumnado. A los padres les piden que traigan los libros de los niños y su agenda y, si es preciso, contactan con el colegio de cada chaval para establecer unos mínimos a seguir.
Según ha detallado Callau, "salir de la habitación y relacionarse con otros niños que están en sus mismas circunstancias les ayuda mucho a estos chavales que intentamos que trabajen en un ámbito distendido y relajado".
En ocasiones, los profesores se retiran discretamente si ven que dos alumnos se preguntan por sus tratamientos, para que se relacionen entre ellos, se desahoguen y se ayuden.
Más de una vez, este equipo se lleva una gran alegría cuando algún exalumno les va a contar que ya está en la Universidad. Otros no han podido recorrer tanto camino y que la enfermedad se los ha llevado. En este sentido, Callau ha dicho que "a eso no te acostumbras nunca por mucha experiencia que tengas".
17 AÑOS
Las aulas hospitalarias llevan 17 años funcionando en Aragón y el curso pasado atendieron a cerca de 1.300 menores. Los ocho docentes que integran el equipo trabajan en coordinación con el personal sanitario, las familias y los centros educativos de procedencia de los niños.
Los ocho profesores responsables de este proyecto recibirán la Medalla de la Educación Aragonesa este próximo viernes 30, con motivo del Día de la Educación Aragonesa, durante un acto en el que se entregarán las principales distinciones en materia educativa.