Apunta a dos posibles opciones de tratamiento que mejoran los resultados en cáncer de próstata agresivo

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Publicado: jueves, 19 octubre 2023 7:49

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un ensayo clínico internacional de fase III ha identificado dos nuevas y prometedoras opciones de tratamiento para hombres con cáncer de próstata recurrente, y ambas ayudaron a los pacientes a vivir más tiempo sin que su enfermedad progresara que el tratamiento estándar actual, según publican los investigadores en el 'New England Journal of Medicine'.

"Si estos tratamientos son aprobados por la Food and Drug Administration (FDA), nuestros resultados cambiarán la práctica" --asegura Stephen Freedland, director asociado de Formación y Educación y el Warschaw, Robertson, Law Families Chair en Cáncer de Próstata en el Cedars-Sinai (Estados Unidos), y autor principal del estudio--. En el estudio, estas dos nuevas opciones mejoraron la supervivencia libre de metástasis preservando la calidad de vida".

El cáncer de próstata, una glándula del tamaño de una nuez que ayuda a fabricar semen. Para algunos, el tratamiento puede no ser nunca necesario porque tienen una forma de crecimiento lento de la enfermedad, pero aquellos con cáncer de próstata más agresivo a menudo se tratan primero con cirugía o radioterapia. "Por desgracia, en aproximadamente un tercio de esos pacientes el cáncer reaparece en un plazo de 10 años", explica Freedland.

Los pacientes con recidivas agresivas se tratan con terapia de privación androgénica (TPA), también conocida como terapia hormonal, que reduce la producción de testosterona, la hormona sexual masculina, en el paciente. La testosterona ayuda a las células del cáncer de próstata a crecer y propagarse, y la terapia hormonal reduce eficazmente sus efectos estimulantes del crecimiento. Sin embargo, según Freedland, la ADT tiene dos inconvenientes: No elimina por completo la testosterona y puede causar muchos efectos secundarios.

"Cuando se sigue un tratamiento con TPA, el nivel de testosterona en sangre se reduce, pero no se elimina por completo --explica Freedland--. Y la preocupación es que la testosterona que queda todavía puede ser suficiente para estimular el crecimiento del tumor. Además, a los pacientes no les gusta la idea de tomar hormonas".

En este estudio de 1.068 pacientes con cáncer de próstata de 244 centros de 17 países, Freedland y otros investigadores probaron dos intervenciones experimentales, una para abordar cada una de estas cuestiones.

En el ensayo clínico aleatorizado, un tercio de los pacientes recibió TPA más un medicamento llamado enzalutamida, que bloquea los efectos de la testosterona. La enzalutamida impide que la testosterona remanente en la sangre estimule el crecimiento de las células cancerosas. Otro tercio de los pacientes recibió enzalutamida sola. Esta opción se basó en la medicación para bloquear los efectos de la testosterona, aunque no se redujeron los niveles de testosterona en la sangre de los pacientes.

"Queríamos ver si la enzalutamida por sí sola era tan eficaz que no necesitábamos la ADT", explica Freedland. El último grupo de pacientes recibió sólo ADT, que es el tratamiento estándar actual.

Los investigadores observaron que la combinación de TPA y enzalutamida reducía el riesgo de metástasis o muerte en un 58% con respecto a la TPA sola. También observaron que la enzalutamida sola reducía el riesgo de metástasis o muerte en un 37% con respecto a la TPA sola. Ambos tratamientos mantuvieron la calidad de vida en relación con la TPA sola.

"Aunque el tratamiento combinado ofrece una mayor reducción del riesgo, algunos hombres podrían preferir la enzalutamida sola. Hace un buen trabajo de prevención de la propagación del cáncer o la muerte, con diferentes efectos secundarios que pueden ser más aceptables para algunos hombres", afirma Freedland.

El siguiente paso es que los fabricantes de enzalutamida soliciten la aprobación de la FDA, para que la terapia experimental pueda empezar a utilizarse de forma generalizada, según Freedland.

"La optimización del tratamiento de los pacientes con recidiva agresiva tras el tratamiento inicial del cáncer de próstata ha sido una necesidad insatisfecha --recuerda el doctor Dan Theodorescu, director del Centro Oncológico Cedars-Sinai y presidente distinguido de PHASE ONE--. Los resultados de este ensayo señalan el camino a dos opciones que el estudio mostró que eran más eficaces que el estándar actual de atención, dando a estos pacientes y sus proveedores la oportunidad de elegir un curso potencialmente mejorado de la terapia que mejor se adapte a sus necesidades".

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