El difícil diagnóstico de la apraxia del habla

Cerebro
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Actualizado: lunes, 15 febrero 2016 13:55

   MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Dos investigadores de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, Estados Unidos, han pasado más de una década descubriendo pistas sobre la apraxia del habla, un trastorno que suele comenzar con una palabra que no se puede pronunciar, que progresa a pérdida de la capacidad del habla e, incluso, se puede terminar mudo por apraxia progresiva primaria del discurso.

   Aunque no se ha determinado la causa de esta patología, se ha encontrado acumulación anormal de proteína tau --un factor que contribuye a la enfermedad de Alzheimer-- en los cerebros de personas con apraxia del habla que han muerto.

   El neurólogo Keith Josephs y el patólogo del habla Joseph R. Duffy, presentarán su análisis 'Mis palabras salen mal: cuando el pensamiento y el lenguaje están desconectados de la voz" este domingo en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que se celebra en Washington, Estados Unidos.

   Dado que los pacientes e incluso muchos profesionales de la medicina no reconocen la apraxia del habla, el tratamiento se busca normalmente en etapas posteriores de la enfermedad, alerta Joseph. A medida que progresa la apraxia, con frecuencia se diagnostica erróneamente como Alzheimer o esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o, en ocasiones, como una enfermedad mental.

Cuando es causada por un derrame cerebral, apraxia del habla normalmente no empeora y puede mejorar con el tiempo, pero este trastornos a menudo se pasa por alto como una entidad distinta que puede convertirse en un trastorno neurológico, causando dificultad en el movimiento de los ojos, el uso de las extremidades, caminar y caerse, que empeoran con el paso del tiempo.

   "Yo no quiero que el mensaje sea que este problema es benigno --advierte el doctor Joseph--. Es una enfermedad devastadora, en cierto sentido peor que el Alzheimer, que normalmente no produce cambios en el equilibrio y a la hora de caminar hasta muy tarde en el curso de la enfermedad. Puede comenzar con la persona simplemente no siendo capaz de pronunciar algunas palabras. Seis años después de eso, debn llevar un pañal, no puede hablar, no puede caminar y se le cae la baba".

CAMBIOS EN EL HABLA, SIGNOS DE ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

   El beneficio de conseguir un diagnóstico precoz y correcto es que las personas puedan recibir el tratamiento adecuado. "Sería bueno si la gente reconociera que los cambios en el habla pueden ser los primeros signos de enfermedad neurológica --plantea Duffy--. Una parte importante del tratamiento es proporcionar información sobre la enfermedad".

   Aunque la terapia del habla no revierte o detiene la progresión de la apraxia, se pueden desarrollar compensaciones para producir mejores sonidos, además de que los aquejados por el trastorno pueden emplear los ordenadores o los mensajes de texto como medios alternativos de comunicación. Tanto el valor como la complejidad del habla a menudo son poco apreciados. "El habla es lo que nos conecta con el mundo", recuerda Duffy.

   El habla es un complejo logro cerebro-cuerpo, señalan estos investigadores. En primer lugar, requiere la selección de palabras apropiadas, organizarlas en un mensaje coherente. Este mensaje activa 100 músculos entre los pulmones y los labios para producir al menos 14 sonidos distintos por segundo que pueden ser comprendidos por un oyente. Un problema con la programación del habla --la dirección de los músculos y las estructuras que se mueven-- es la apraxia.

   Las personas con apraxia del habla o sus seres queridos pueden notar velocidad de la voz lenta, errores incoherentes, como decir una palabra o sonido correctamente a veces y otras no; un ritmo alterado del habla, usar a tientas con la boca para emitir sonidos, desarrollar mejor el habla automática, como los saludos, en comparación con el discurso intencionado.

   La apraxia del habla se diferencia de la afasia, un trastorno del lenguaje que interfiere con la capacidad del paciente para comprender o utilizar palabras, pero los pacientes pueden sufrir apraxia del habla y afasia.