MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una de las afecciones crónicas más recurrentes en las consultas de neumología, aproximadamente el 50%, señalan desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que advierte de que la enfermedad crece entre un 8 y un 10% anualmente, la tendencia es que cada vez más se diagnostica en mujeres.
"En España se calcula que en torno a dos millones de personas padecen apnea del sueño sin diagnosticar, ya que ciertos síntomas típicos como ronquidos, apneas observadas en la noche, despertares frecuentes o sensación de mal descanso se han normalizado", afirma la doctora Alejandra Roncero Lázaro, neumóloga y directora Programa de Investigación en Sueño de SEPAR.
La alteración de la estructura del sueño debido a la apnea de sueño provoca en los pacientes un descanso inefectivo, que afecta su calidad de vida en aspectos muy diversos. Por un lado, la falta de descanso provoca somnolencia diurna, fatiga, irritabilidad en el paciente que trastorna su vida social y así mismo puede ser causa de accidentes laborales, domésticos o de tráfico. Por otro lado, las pausas respiratorias o apneas conllevan una bajada de los niveles de oxígeno en sangre y en otros órganos denominadas hipoxias.
Estudios llevados a cabo por miembros de SEPAR relacionan las hipoxias con enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la trombosis cerebral, la angina de pecho o el infarto de miocardio y también con una mayor incidencia de cáncer.
"A través de los resultados obtenidos en nuestros estudios se observa que padecer una apnea del sueño grave podría estar relacionado con una mayor probabilidad de tener un cáncer de cualquier tipo o de que si ya se padece uno se extienda con mayor rapidez. Los resultados demuestran que el marcador de gravedad de apnea del sueño más relacionado con el cáncer es la hipoxia nocturna (la presencia de niveles bajos de oxígeno en la sangre asociados a las pausas respiratorias)", señala la doctora.
En su opinión, "las consecuencias de padecer AOS son importantes" ya que esta enfermedad provoca descensos de la saturación de oxígeno, cambios de presión intratorácica y micro despertares, genera somnolencia diurna excesiva, trastornos cognitivos conductuales, respiratorios, cardiovasculares, metabólicos o inflamatorios, lo que impacta significativamente en la salud de los pacientes, en sus familias y en la sociedad en general.
Se considera la apnea de sueño cuando las paradas respiratorias en un adulto se producen al menos 15 veces en una hora. "Con esta consideración, el porcentaje de varones adultos afectados llega al 40% y en torno al 20% de las mujeres, convirtiendo la apnea del sueño en un problema de salud grave", expone el doctor Carlos Egea, neumólogo y coordinador del Año SEPAR 2025/26 de los Trastornos Respiratorios del Sueño.