MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
En algunos casos de enfermedad de Parkinson con predominio de temblor la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional ha aplicado tratamientos de radiocirugía, los cuales han supuesto una mejora significativa en el 80 por ciento de los pacientes, según ha explicado el doctor Roberto Martínez, jefe de la Unidad de Neurocirugía Funcional del centro.
Para esta enfermedad el centro realiza otro tipo de intervención quirúrgica que consiste en la implantación de electrodos en las áreas del cerebro responsables de los movimientos del paciente. Desde el hospital han destacado que hasta en el 75 por ciento de los casos se consigue una mejora en la rigidez, la calidad de vida y una disminución de la ingesta de LDOPA, una sustancia que ayuda a combatir los síntomas de esta enfermedad pero que conlleva efectos adversos.
En este contexto, el experto ha destacado que la operación se inicia con "la colocación de un sistema de referencia estereotáxica, un instrumento que se fija a la cabeza del sujeto con anestesia local. Hacemos una resonancia magnética para tomar una serie de medidas y ver las estructuras anatómicas, así como el objetivo de donde debemos llegar", después se realiza un orificio en la cabeza del paciente y se coloca el electrodo.
A partir de ahí, el electrodo "se conecta a un estimulador que colocamos debajo de la piel, una especie de marcapasos. Ese estimulador crea una corriente que bloquea el objetivo cerebral que queremos aliviar".
Por otro lado, esta unidad prescinde del uso de la estimulación cerebral profunda en algunas patologías psiquiátricas, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o la anorexia nerviosa. En los casos extremos de anorexia nerviosa, "utilizamos estas técnicas para bloquear determinadas vías de conexión correspondientes al sistema límbico que es el conjunto de estructuras dentro del sistema nervioso que regula las emociones", según ha explicado el doctor Martínez.
En los casos de trastornos psiquiátricos como TOC, el experto ha destacado que se realiza un bloqueo selectivo con radiofrecuencia o una radiocirugía en las vías de conexión entre el tálamo y el lóbulo frontal, que provoca una neuromodulación que permite alterar las propiedades de conducción del tejido. Asimismo, ha señalado que para tratar casos graves de depresión se desconectan las vías que relacionan el lóbulo temporal del cerebro con el frontal, sin alterar la personalidad del paciente.
DESARROLLO DE PROGRAMAS CON OTRAS UNIDADES PARA TRATAR ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS
Además, la Unidad de Neurocirugía Funcional colabora con la Unidad del Dolor del centro, llevando a cabo procedimientos como radiofrecuencia, radiocirugía o comprensión sobre el nervio sensitivo de la cara. En esta línea, en el caso de los dolores neuropáticos utiliza electrodos para estimular la corteza cerebral. Asimismo, colabora con la Unidad de Neurorradiología para conocer la conectividad del cerebro a través de la 'tractografía cerebral', y con el Programa de Epilepsia del Ruber Internacional
"Realizan implantes de electrodos profundos para registrar el cerebro a distintos niveles mediante el estéreo EEG. Una vez localizado el foco, en la mayor parte de ocasiones, se opera y extirpa. Algunas veces se emplea la radiocirugía para bloquear esos focos", ha concluido el doctor Martínez.