MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, han encontrado diferencias en los efectos que la mayoría de anestesias causan en los cerebros de los niños y las personas mayores, lo que podría ayudar a mejorar la seguridad y vigilancia de esta técnica.
EFECTOS DE LA ANESTESIA EN EL CEREBRO
Trabajos previos habían demostrado que en las marcas de los electroencefalogramas se podían observar aspectos específicos de las señales cerebrales que se alteran en los pacientes que se someten a una anestesia general antes de una cirugía, indicando cuando se pierde y recupera el conocimiento, pero hasta ahora estos estudios siempre se habían realizado con adultos jóvenes.
Ahora, una nueva investigación publicada en la revista 'British Journal of Anaesthesia' muestra que existen diferencias en función de la edad del paciente, lo que podría explicar que los anestesistas necesitan para los pacientes de más de 60 años la mitad de la dosis que usan para anestesiar a pacientes más jóvenes, algo que siempre se había asociado a una disminución de la función cardiovascular, respiratoria, hepática y renal con la edad.
"El primer lugar donde se producen los efectos de la anestesia son el cerebro y el sistema nervioso central", ha asegurado Emery Brown, autor de la investigación.
En pacientes jóvenes, habían visto que la inconsciencia que provoca la anestesia se asocia en el electroencefalograma a unas oscilaciones de frecuencia media (de alrededor de 10 Herzios) de las ondas alfa frontales, que son las que van entre la corteza y el tálamo cerebral, un patrón que se asocia a un bloqueo en la comunicación entre estructuras cerebrales.
Para analizar las diferencias en función de la edad, en un primer estudio analizaron los registros de electroencefalogramas de 155 pacientes de 18 a 90 años cuando recibieron propofol o sevoflurano. Así, vieron que las oscilaciones eran de dos a tres veces más pequeñas en los pacientes más mayores, en comparación con los más jóvenes.
En otro trabajo, se analizaron las señales eléctricas en 54 pacientes, desde recién nacidos a jóvenes de 28 años sometidos a una anestesia con sevoflurano. En este caso, las señales se triplicaron en los niños de 6 años, en comparación con la de los jóvenes de 20 años, al tiempo que se observó que no había ondas alfa frontales en los menores de un año, lo que podría indicar que estas conexiones cerebrales aún no se habían desarrollado.
"La comprensión de cómo las respuestas a la anestesia cambian con la edad nos permitirá ofrecer estrategias personalizadas para cada paciente a la hora de monitorizar el cerebro y dosificar los medicamentos", ha defendido Brown.