MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha recomendado extremar las medidas de prevención y control en jacuzzis y spas para evitar el contagio de legionella, una bacteria que puede llegar a ser letal.
Estas instalaciones son consideradas de riesgo debido a que funcionan con temperaturas que oscilan entre los 28 y los 45 grados centígrados y además presentan una constante agitación del agua a través de chorros de alta velocidad y/o la inyección de aire.
"Es de vital importancia realizar unas adecuadas medidas de control y mantenimiento de este tipo de instalaciones de ocio y relajación. Se trata de un asunto de salud pública en el que tanto los propietarios como los usuarios y la Administración Pública estamos implicados. Es fundamental llevar a cabo un riguroso cumplimiento de la legislación vigente e implementar las medidas de control y prevención adecuadas que nos ayuden a evitar brotes de legionelosis y que suponen un serio riesgo para la vida de las personas", ha comentado la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta.
Los casos de legionelosis registrados en Europa desde el año 2011 a 2015 han ido progresivamente en aumento, según un reciente informe del European Center for Desease Control (ECDC). En este repunte de casos registrados de legionella, España vuelve a situarse entre los países a la cabeza de Europa, junto con Alemania, Italia y Francia.
De hecho, en estos cinco años, 29 países notificaron al ECDC un total de 30.532 casos de legionelosis, de los cuales algo más del 70 por ciento de ellos se produjeron en Alemania, España, Francia o Italia. Además, más de un millar de personas se ven afectadas por la bacteria de la Legionella en España al año.
Por sexos, generalmente la enfermedad afecta más a hombres que a mujeres y el número de casos aumenta, además, con la edad. De hecho, prácticamente un 80 por ciento de todos los casos se produjeron en personas de más de 50 años.
Con respecto al origen de la enfermedad, la mayor parte de ellas (hasta el 70%) fueron adquiridas en la comunidad, mientras que el 30 por ciento restante se divide entre casos asociados a viajes (casi un 20%), las contraídas en centros sanitarios (7,3%) y otro tipo de instalaciones (2%).
Por todo ello, ANECPLA ha aconsejado evitar las condiciones ambientales que favorezcan la colonización, multiplicación y dispersión de legionella (temperaturas entre 25-45ºC (adecuadas para su crecimiento), estancamiento de agua y acumulación de sustratos o productos que puedan servir de alimento), y limpiar y desinfectar las instalaciones por parte de empresas profesionales y autorizadas.