SEVILLA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de medio centenar de especialistas de unidades de cuidados críticos y urgencias, equipos de emergencias 061 y del cuerpo de bomberos de Sevilla se reunirán este miércoles en el Hospital Virgen del Rocío de la capital para crear "el primer protocolo unificado de asistencia al paciente quemado", un documento que recogería bajo unos mismos patrones de asistencia clínica "la atención precoz durante las primeras 24 horas a personas que han sufrido grandes quemaduras por una explosión" o siniestro del tipo.
En declaraciones a Europa Press, el co-organizador de la 'I Jornada de Actualización sobre el Manejo de Quemados' y jefe de Sección de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Virgen del Rocío, José María Domínguez, ya avanzó recientemente que la elaboración de este protocolo sería "el primero de sus características que se crea en España" y ha explicado que, con el mismo, "pretendemos que la asistencia que se presta en los cuatros niveles de atención al quemado, desde que se le asiste in situ en el lugar del siniestro hasta que se encuentra en la UCI de quemados, siga un mismo patrón".
"Es muy importante que el personal prehospitalario sepa lo trascendental que es que, en las primeras 24 horas desde que se produce un siniestro, la atención sanitaria sea lo más adecuada posible en términos de práctica clínica para el pronóstico posterior del paciente y la mejora de su morbimortalidad", ha ahondado.
Por ello, ha aclarado que esta jornada "no acogerá simulacros ni nada del tipo", sino que será un encuentro de carácter eminentemente científico-técnico, "al que asistiremos entre 50 y un centenar de profesionales, y en el que, a través de discusiones y exposiciones de casos, se saldrá como mínimo con un borrador ya elaborado de protocolo único para la actuación en la asistencia de víctimas de incendios".
Pese a que este documento se aplicará en un principio en siniestros registrados en Sevilla y provincia, ha aclarado que el objetivo "es hacerlo extensible a Andalucía y a nivel nacional".
"Pretendemos que por primera vez se coordinen bajo un mismo protocolo clínico los equipos de bomberos y su sección sanitaria, que diríamos son el primer escalón de la atención al siniestrado; junto a profesionales del 061, que representan el segundo nivel de asistencia in situ; médicos de urgencias hospitalarios, que son el tercer nivel de asistencia, y los que trabajamos en los dispositivos de UCI y Quemados, que integramos el cuarto nivel asistencial", ha proseguido.
Este especialista ha señalado a Europa Press que en siniestros con grandes quemados por deflagraciones "no solo es importante el impacto que a nivel cutáneo pueden provocar las quemaduras, sino si es una quemadura proveniente de una explosión de gas, ya que es distinta a la que se produce por líquidos inflamables que se vierten sobre la piel".
Del mismo modo, ha explicado que los sanitarios tienen que tener en cuenta que si las quemaduras vienen de una explosión, la misma deflagración también ha podido dañar a los pulmones, con independencia de las quemaduras. "Y todo ese tipo de información nos es muy útil a posteriori cuando el enfermo se encuentra en UCI; de ahí que esa primera asistencia sea absolutamente relevante para los que luego atendemos al paciente en las unidades de cuidados intensivos", ha explicado.
Domínguez ha esbozado además que este ambicioso protocolo de actuación, que trata así de salvar el hecho de que "hasta ahora no existe una comunicación fluida entre los distintos niveles asistenciales", pretende dar respuesta a otras cuestiones "como las que se le plantean a los equipos del 061, --segundo escalón que se desplaza al siniestro--, en el sentido de saber cuando pueden atender in situ al paciente en condiciones de seguridad también para ellos".
"Ahí, obviamente, son los bomberos los facultados para decidir cuando las condiciones del siniestro están controladas o permiten la atención en el mismo lugar de los hechos", ha defendido.
MEJORA DE LA MORBIMORTALIDAD
Pese a admitir la imposibilidad de conocer el porcentaje de pacientes que podrían salvar la vida con una atención más adecuada, ha asegurado que en términos de morbimortalidad la mejora con este protocolo sería ostensible.
"Lo que es seguro es que su impacto positivo en la salud, tanto en supervivencia como en intentar evitar posteriores secuelas, será notable", ha vaticinado este especialista, quien, a modo de ejemplo, ha recordado que "hay muchos pacientes que mueren no ya por las quemaduras, sino a consecuencia de las complicaciones originadas por la intoxicación del humo" de un siniestro con una deflagración.
MEJORAS
Para Domínguez, con este primer protocolo unificado se mejoraría en tres grandes campos. "El primero sería el relativo al diagnóstico de las intoxicaciones por humo. Si ese diagnostico de sospecha se hace de forma temprana, ya que hay productos farmacológicos que sí pueden tratar al enfermo a nivel pre hospitalario, con eso ya se podría bajar la mortalidad".
La segunda mejora vendría de asegurar la respiración y la intubación sobre la vía aérea del paciente. "A veces sería muy importante hacer una intubación temprana, para intentar proteger los pulmones del daño producido de forma precoz", ha afirmado este experto, quien ha apuntado que esta tarea "la podría hacer el 061 o el personal sanitario que llevan los bomberos y no esperar así a que el paciente tengan dificultad respiratoria".
"Si yo ya se que la intubación tardía tienen un efecto negativo sobre la evolución del paciente, pues entonces lo hago de forma precoz", ha sostenido.
El tercer factor que mejoraría sería "el de la elección de un centro útil. Es decir, saber cuando un paciente quemado debe ir urgentemente a un hospital que tenga unidad de quemados o cuando podría ir a otro centro de primera atención a quemados y, posteriormente en una segunda asistencia, a un centro ya con unidad de quemados", ha concluido.