Andalucía.-El Reina Sofía (Córdoba) crea una técnica para lograr con biopsias datos sobre la vida útil de órganos donados

Actualizado: miércoles, 19 agosto 2009 13:43

SEVILLA 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de los servicios de Nefrología y Anatomía Patológica del Hospital Reina Sofía de Córdoba han creado una nueva técnica para obtener mediante biopsias información sobre la vida útil de un órgano destinado a un trasplante y que proviene de un donante mayor de 60 años.

En un comunicado, Andalucía Investiga destacó que, a través de este método, los científicos observaron que la supervivencia de este tipo de órganos es equiparable a la de los que proceden de donantes jóvenes. De igual modo, recordó que desde 1997 solamente se hacía el estudio histológico del injerto renal para asegurar que no tenia daño crónico, sin conseguir datos sobre el número de años que el órgano podría funcionar sin problema.

Así, la doctora Navarro, nefróloga del hospital Reina Sofía, resaltó que esta nueva técnica permite conocer que "se pueden emplear órganos de donantes mayores con la garantía de una buena supervivencia, mediante biopsias previas al implante". Igualmente, recalcó que "los trasplantes de riñón y de hígado son los que más fiabilidad presentan, mientras que los de corazón son casi imposibles si el donante pasa de los 60 años".

De este modo, la nefróloga afirmó que este nuevo sistema de estudio permite "analizar de manera mucho más pormenorizada el órgano antes del implante, midiendo y cuantificando el daño que presentan, así como determinando si se pueden emplear con seguridad en un trasplante". A este respecto, insistió en que los primeros datos obtenidos a partir de esta técnica que los datos recogidos a través de este nuevo sistema de estudio "rebaten la idea de que un riñón de una persona mayor tenía una vida útil corta".

Con la introducción de este nuevo mecanismo de evaluación, el proceso normal se iniciaría con la elección de los candidatos con posibilidad de convertirse en donantes renales. Después, se efectuaría una extracción de suero de los receptores y una prueba cruzada o 'cross-match', enfrentando el plasma del receptor con las células del donante.

En este sentido, si el resultado final arrojara la muerte de éstas últimas, la prueba resultaría positiva y contraindicaría el trasplante. Entonces, según advirtió la nefróloga, sería cuando se realizaría la biopsia, a fin de medir "las posibilidades reales de efectuar el trasplante o algún tipo de injerto renal". Por el contrario, si el resultado de la prueba fuera negativo, se procedería a la intervención quirúrgica.

En la misma línea, apuntó que, actualmente, en el Reina Sofía se efectúan unos 50 trasplantes renales al año, en los que se observó "una disminución de donantes motivada por la reducción de los accidentes, por lo que ahora suelen ser personas mayores fallecidas por accidente cerebro vascular --en torno al 44 por ciento--".