CÓRDOBA 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba cuenta con una nueva Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico centrada en el diagnóstico y tratamiento de la incontinencia urinaria y fecal, patologías provocadas por la disfunción de los músculos que conforman el suelo pélvico.
La nueva prestación supone, de esta forma, una ampliación de la cartera de servicios de Rehabilitación. De hecho alrededor de una quincena de mujeres han sido ya atendidas en esta nueva unidad desde su puesta en marcha hace un mes, según informó hoy el Gobierno andaluz.
El objetivo principal es que los pacientes puedan recuperar la musculatura del suelo pélvico, cuya función es sostener los órganos que se encuentran en la parte baja del abdomen como la vejiga, el útero y la porción final del intestino (que se ocupan de controlar la micción, parto y defecación).
En las nuevas dependencias del servicio de Rehabilitación se realiza, en primer lugar, un diagnóstico funcional del enfermo y, a continuación, se propone y aplica un tratamiento integral de los diferentes desórdenes del suelo pélvico por medio de programas previamente establecidos.
Las sesiones se inician con información a los pacientes sobre qué es el suelo pélvico y el trastorno que padecen, al objeto de incentivarle y conseguir adhesión al tratamiento. También se aplican técnicas conductuales y se realizan ejercicios de suelo pélvico (cinesiterapia) y las posibilidades de tratamiento se completan con electroestimulación funcional y del nervio tibial posterior, ejercicios con pesas vaginales y tratamiento farmacológico.
La Unidad de Suelo Pélvico contempla la rehabilitación de las incontinencias urinarias de esfuerzo grado I y II y las de urgencia, así como las incontinencias anales como consecuencia de una incompetencia del esfínter anal externo. La previsión es que, más adelante, se puedan incorporar nuevos tratamientos y se trabaje también la prevención de algunas patologías.
La incontinencia urinaria, la patología que se trata con más frecuencia por los profesionales de esta unidad, se acentúa con la edad y es más común en la población femenina, especialmente después del parto vaginal. Entre otros factores de riesgo destacan la obesidad, el deterioro funcional y cognitivo, antecedentes familiares, estreñimiento, el tabaco y el prolapso genitourinario.
La pérdida involuntaria de orina puede ser de esfuerzo o de urgencia. La primera está producida por esfuerzos físicos o por actividades comunes de la vida diaria como toser o estornudar y la de urgencia se caracteriza por una necesidad imperiosa de orinar que provoca pérdidas que van desde pequeñas gotas hasta grandes cantidades.