SEVILLA 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 21.634 bebés nacidos en el Hospital Universitario de Valme en los últimos siete años se han beneficiado del Programa de Detección precoz de la hipoacusia infantil, cuya finalidad es detectar posibles déficits auditivos en los recién nacidos e iniciar el tratamiento y la rehabilitación lo antes posible.
Este programa preventivo, impulsado por la Consejería de Salud en todos los centros del Sistema Sanitario Público de Andalucía, se implantó en el Hospital de Valme en el año 2004, convirtiéndose en el "pionero" a la hora de ofertarlo a los ciudadanos, según ha recordado en un comunicado este centro sevillano.
De forma protocolaria, el programa se aplica a todos los bebés que nacen en el hospital al objetivo de realizar un diagnóstico a edades tempranas y, de este modo, favorecer su abordaje inmediato con un tratamiento precoz que minimice sus repercusiones en el desarrollo del niño.
Los resultados obtenidos en los estudios realizados durante este período reflejan una incidencia de detección de hipoacusia severa o profunda de dos de cada mil recién nacidos. En este sentido, y según el jefe de sección de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Otorrinolaringología Virgen del Rocío-Valme, Juan Solanellas, "la detección temprana es fundamental para su tratamiento puesto que esta patología en la infancia tiene unas repercusiones muy importantes sobre el habla, el desarrollo emocional, escolar y social del niño".
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
La prueba que se lleva a cabo es un procedimiento sencillo e indoloro que no ocasiona ningún tipo de molestia al niño. Consiste en la emisión de un sonido a través de un auricular que se coloca en el oído del bebé. En caso de audición normal, la prueba registra la presencia de una señal.
El protocolo de actuación de este programa incluye tres filtros. El primero se realiza antes del alta del recién nacido y, en los casos de niños prematuros, a aquéllos que tienen un peso superior a dos kilogramos. Si en esta exploración inicial la valoración no es normal, antes del segundo mes de vida el niño acudirá a otro control ya citado en consulta. Seguidamente, y solo si el resultado continúa siendo anormal, el pequeño pasa por una tercera consulta antes del sexto mes de vida. Tras esta última exploración se confirma la existencia o no de hipoacusia e inmediatamente se aplican las pautas de tratamiento adecuado para paliar el déficit auditivo.
Los indicadores catalogados de riesgo para esta patología son los siguientes: antecedentes de sordera en familiares, infecciones perinatales (como la toxoplasmosis o la rubéola), alteraciones craneofaciales, bajo peso al nacimiento (menor a 1.500 gramos), ictericia importante, meningitis bacteriana, medicación ototóxica durante más de cinco días, así como padecer algún síndrome de sordera, asfixia severa o necesitar ventilación prolongada en el momento del nacimiento.
El Programa de Detección Precoz de Hipoacusias en Recién Nacidos de la Consejería de Salud se enmarca en el III Plan Andaluz de Salud, concretamente en la línea de atención perinatal, el Plan de Acción Integral para las Personas con Discapacidad y el Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas de la Junta de Andalucía, que subrayan la necesidad de avanzar en la calidad de la atención.