SEVILLA 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Salud Mental del Hospital Carlos Haya de Málaga ha iniciado un estudio para conocer la existencia de factores de riesgo cardiovascular en las personas diagnosticadas de esquizofrenia atendidas en los distintos dispositivos asistenciales, tanto en atención primaria como especializada, de su área de influencia.
El objetivo final del proyecto, cuyo lema es 'Ponte en Marcha', es la implantación de un programa de intervención dirigido a la población identificada de riesgo para mejorar su salud física mediante la adquisición de hábitos de vida saludables, promoción de la actividad física y deshabituación tabáquica.
Las personas con problemas de salud mental grave, como la esquizofrenia, presentan una mayor morbilidad (presencia de patologías asociadas) no relacionadas con su enfermedad, que se traduce en una reducción en 10 años de esperanza de vida respecto a la población general.
En concreto, la obesidad, diabetes e hipercolesterolemia (todas ellas factores de riesgo cardiovascular) tienen el doble de prevalencia en estos pacientes respecto a la población general, siendo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asociada al tabaquismo, un 10 por ciento superior a la que presenta la población general.
Estos aspectos, junto con otros factores externos como estilos de vida poco saludables, sedentarismo o la exposición a algunos psicofármacos a lo largo de su vida, pueden ser los responsables de la elevada morbimortalidad.
Según los especialistas, el exceso de mortalidad de las personas con esquizofrenia se debe en un 60 por ciento a causas médicas y en un 40 por ciento a causas accidentales, con una tasa de suicidio 10 veces superior a la tasa en la población general.
PRIMERA FASE DE ESTUDIO
La primera fase del proyecto consiste en identificar, mediante un cuestionario, los principales factores de riesgo para la salud, y conocer los hábitos de vida de estas personas, para lo cual el personal de Enfermería de los centros de salud están llevando a cabo las encuestas, registro de medidas antropométricas (peso, talla e índice de masa corporal), analítica y una entrevista sobre hábitos de vida, recogiendo aspectos como tabaquismo, dieta y actividad física -ejercicio, descanso y sueño-.
El estudio se está realizando en una muestra de 600 pacientes, de los 1.400 que actualmente siguen en tratamiento activo en los dispositivos de Salud Mental del hospital malagueño. Con un 40 por ciento de la población ya encuestada, la previsión es tener toda la población de la muestra estudiada a finales de año.
El objetivo final de este proyecto es crear un programa de intervención, de carácter voluntario, mediante el fomento del ejercicio físico y de la marcha, consejo dietético, y abandono o reducción del consumo de tabaco, dirigido a la población que se haya identificado con mayor riesgo cardiovascular .
A esta situación de vulnerabilidad, hay que añadir que muchos de estos pacientes no acuden a su médico de Atención Primaria ya que desconocen su estado de salud física, siendo su nivel de autocuidado muy deficiente,
A esto se une el que los servicios de salud, en ocasiones, son poco sensibles para identificar los problemas de salud física, y es bastante frecuente la ausencia de control y conocimiento de la enfermedad por parte de la propia familia.
Dado que la mitad de estos pacientes viven con su familia de origen, es fundamental la sensibilización entre familiares y amigos de que la salud física puede estar comprometida. Por ello, se va a solicitar, en la fase de intervención sanitaria, el compromiso y participación a las asociaciones de pacientes con problemas de salud mental, para que a través de estas se promuevan actividades saludables, apoyados por el equipo de Salud Mental. La media de edad de estos pacientes ronda los 44 años, siendo aproximadamente el 65 por ciento hombres.