SEVILLA 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Cirugía Metabólica y Bariátrica, que coordina Eduardo Domínguez-Adame, integrada en la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Virgen Macarena y Área de Sevilla, realiza entre 80-90 procesos asistenciales quirúrgicos bariátricos anuales.
Según ha informado en una nota el centro hospitalario, previamente a este proceso, los pacientes deben visitar la consulta de enfermería, destinada a optimizar las condiciones prequirúrgicas de estos y que han sido aprobados por la comisión de Cirugía Bariátrica con el fin de ser sometidos a intervención quirúrgica.
A los pacientes, según el protocolo de actuación, se les indica unas pautas alimentarias, hábitos de vida y actividad física con objeto de reducir estados de ansiedad e incertidumbre que pueda tener éste durante la espera de la intervención quirúrgica así como, prepararlos en las mejores condiciones para afrontar dicho proceso operatorio con información y formación sobre cómo adaptarse al nuevo estado de salud tras la cirugía y cuidar su organismo.
La enfermería que realiza esta prestación atiende en la consulta a los pacientes que se encuentran en lista de espera para un proceso asistencial de cirugía bariátrica y a sus familiares. Este contacto continúa en planta de hospitalización, una vez realizada la intervención quirúrgica, y tras el alta hospitalaria, para conocer cómo se desarrolla su recuperación.
La consulta de Enfermería de Cirugía Bariátrica surge en el 2010 como una necesidad de alcanzar la calidad, excelencia y la mejora continua del proceso asistencial quirúrgico de obesidad mórbida. Esta actividad se incluye en el Proceso Asistencial Integrado de Obesidad Mórbida y en el Plan de Calidad de la Consejería de Salud, donde se subraya la importancia de potenciar la información y formación de los pacientes, como estrategias para reducir la ansiedad, fomentar el autocuidado y facilitar la adaptación a su nuevo estado de salud.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN LA CONSULTA DE ENFERMERÍA
La enfermera proporciona a los pacientes cuidados integrales ofreciéndoles educación sanitaria, según sus necesidades y expectativas, en colaboración con el equipo de profesionales implicados en el proceso asistencial de esta patología.
De manera que, en un primer contacto con el paciente y familiar, la enfermera realiza una entrevista donde valora sus inquietudes, dudas y necesidades y valora cómo afrontan la patología, así como la información que han recibido hasta ese momento sobre el proceso quirúrgico bariátrico y lo que éste conlleva. La enfermera determina el índice de masa corporal del paciente y establece qué valor debe alcanzar el mismo --normalmente un diez por ciento menos del actual-- para ser sometido a la intervención y de qué manera conseguirlo.
En citas posteriores, la enfermera, con apoyo de material didáctico, en charlas individualizadas, controla la progresión del índice de masa corporal óptimo del paciente para ser sometido a intervención quirúrgica e inicia la intervención educativa sobre la importancia del cumplimiento terapéutico pre-cirugía para llegar a la intervención en las mejores condiciones.
Asimismo se remarca la responsabilidad del paciente en seguir las indicaciones médicas, dieta y seguridad alimentaria; autocuidado y condiciones higiénicas que han de seguir posteriormente a la cirugía bariátrica.
Tras la intervención quirúrgica, la educación sanitaria va dirigida a reforzar los conocimientos adquiridos con objeto de facilitar la adaptación del paciente a su vida diaria. Este seguimiento lo realiza la enfermera durante el periodo de hospitalización tras la cirugía bariátrica, en consulta y con llamadas telefónicas de seguimiento, tras el alta hospitalaria.
El trabajo coordinado entre la enfermera de la consulta de cirugía bariátrica y los cirujanos bariátricos de la Unidad de Cirugía Metabólica y Bariátrica del centro, garantiza la continuidad de cuidados que precisa el paciente una vez finaliza su ingreso hospitalario.