SEVILLA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Valme (Sevilla) ha iniciado el proceso de implantación de un nuevo protocolo transfusional que optimiza la disponibilidad de los hemoderivados del banco de sangre de este centro.
De aplicación en cirugía programada, este protocolo permite poner a disposición del paciente todas las unidades que sean compatibles con él, sin necesidad de tener bolsas inmovilizadas, lo que reduce el riesgo de caducidad de las mismas.
El procedimiento clásico consiste en inmovilizar en el banco, para todo paciente que va a ser intervenido quirúrgicamente, un número concreto de bolsas de sangre por si fuera necesario su uso. Por contra, el denominado programa de 'tipaje y escrutinio' que se está implantando en el Valme realiza un estudio analítico del grupo sanguíneo y RH del paciente, conjuntamente con la búsqueda de posibles anticuerpos y sin proceder a la reserva de un número determinado de bolsas de sangre.
Las ventajas de esta nueva práctica consiste en una mayor rapidez del estudio analítico; menor consumo de reactivos; aumento del depósito real de unidades disponibles en el Banco de Sangre; mejor mantenimiento de la cadena de frío de las bolsas y reducción de las caducidades por exceso de unidades inmovilizadas por reserva quirúrgica.
En principio, este procedimiento está indicado para aquellos pacientes en los cuales se prevé que puedan necesitar de la transfusión de algún componente sanguíneo tras su intervención quirúrgica.
Sin embargo, está contraindicado para los procedimientos quirúrgicos potencialmente más hemorrágicos, en cuyo caso sí es aconsejable disponer de sangre reservada con pruebas cruzadas compatibles antes de iniciar la intervención quirúrgica. Igualmente, la presencia de anticuerpos en el receptor condiciona la exclusión del mismo.
La implantación de este protocolo, consensuado con el Comité de Transfusión de este hospital, comenzó a pilotarse a finales del pasado año en intervenciones quirúrgicas que necesitan un menor consumo de bolsas de sangre: Urología y Ginecología-Obstetricia.
En esta primera fase de implantación se demostró la eficacia de esta iniciativa, puesto que de las 99 solicitudes remitidas al Banco de Sangre hospitalario, sólo precisaron transfundirse tres pacientes. Dicho protocolo de actuación se está incorporando progresivamente al resto de servicios clínicos.