SEVILLA 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
La familia de un hombre de 38 años de edad fallecido el pasado 29 de agosto en Sevilla a consecuencia de un golpe de calor reclamará una indemnización de 210.000 euros tanto a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento hispalense por la "inadecuada y deficiente" actuación prestada a la víctima, tanto por la Policía Local como por el equipo de emergencias 061, "que incomprensiblemente no envió una UVI móvil al lugar donde se hallaba esta persona".
El abogado de la familia, Fernando Osuna, ha explicado a Europa Press que los hechos se desencadenaron a las 13,00 horas del día 25 de agosto, cuando este hombre se encontraba realizando tareas de jardinería a pleno sol junto al antiguo aeropuerto de Sevilla, tras todo lo cual se dirigió a su casa, donde llegó sobre las 15,00 horas "sudoroso, colorado y nervioso".
En este sentido, Osuna ha precisado que, sobre las 15,30 horas, algunos vecinos lo vieron junto a su vivienda "en estado delirante, corriendo de un lado a otro y levantando la tierra arada con las manos", lo que motivó que, diez minutos después, los mismos vecinos llamaran al 061 pidiendo una ambulancia. No obstante, no llegó la ambulancia, sino que a las 16,15 horas se presentaron en la vivienda cuatro coches-patrulla de la Policía Local.
Según el relato hecho por el letrado, en ese momento el afectado estaba "tendido con los ojos en blanco, muy rojo, la piel seca y ardiendo, con el pulso muy acelerado y respirando con dificultad", motivo por el cual algunos de los vecinos reclamaron a los agentes que "había que sacarlo de allí urgentemente y llevarlo al hospital", pero los agentes dijeron que, "como el enfermo estaba inconsciente, no se podía tocar, que la ambulancia venía de camino".
LA POLICÍA LOCAL "IMPIDIÓ" SU EVACUACIÓN
Por ello, los presentes "intentaron convencer" a los policías locales para que se evacuara "rápidamente" al enfermo, pero los agentes "persistieron en su negativa a no tocar al enfermo hasta que llegue la UVI móvil" e "impidieron que fuera evacuado", añadiendo el abogado de la familia que, sobre las 16,45 horas, llegó al lugar una ambulancia del Hospital Macarena sin médico, "señalando el conductor de la misma que el enfermo está inconsciente y que no se lo lleva".
Tras esto, el conductor llamó por teléfono móvil a un sanitario, a quien "le describió el estado del enfermo", y a continuación el sanitario "le dio la instrucción de sacarlo de allí, llevarlo a la ambulancia y ponerlo de lado". A continuación, sobre las 16,50 horas, llegó la ambulancia del 061 con una sanitaria, "que indicó que era un golpe de calor", por lo que decidió trasladarlo al Hospital Virgen Macarena, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos, falleciendo el 29 de agosto "por un golpe de calor".
Por todo ello, el letrado entiende que la muerte del paciente "no se produjo por un hecho casual ni fortuito, sino que se debió a una inadecuada y deficiente infracción de la normativa sobre evacuaciones, que evidencian el funcionamiento anormal y deficitario de la Administración Sanitaria, así como por la torpe actuación de la Policía Local, que impidió la evacuación del enfermo", motivo por el que reclamará una indemnización de 210.000 euros por medio de un escrito que será presentado a lo largo de esta semana.