SEVILLA 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA), dependiente de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, se ha unido a la red de espacios cardioprotegidos de la comunidad autónoma con la instalación de desfibriladores semiautomáticos en cinco puntos de sus instalaciones de Aznalcázar y Huévar.
El personal de la ESPA ha recibido un curso sobre el manejo de estos aparatos impartido por personal sanitario del Servicio Andaluz de Salud, informa la Consejería del ramo en una nota. La Escuela también facilita formación a efectivos de bomberos, policías locales en ejercicio y profesionales en emergencias y se pretende crear cursos específicos también sobre resucitación cardiopulmonar, en los que se incluye el manejo de desfibriladores.
La red de espacios cardioprotegidos está impulsada por la Consejería de Salud y la Fundación Española del Corazón con el fin de promover en instituciones no sanitaria la instalación de desfibriladores semiautomáticos externos para la atención a paradas cardiorrespiratorias. El Parlamento de Andalucía fue el primer espacio en contar con estos desfibriladores, que también están instalados en la Consejería de Salud de la Junta, entre otros edificios.
Así, la ESPA decidió incorporar los desfibriladores por recomendación de los técnicos del SAS que imparten los cursos de socorrismo, en el que se incluyen las técnicas de soporte vital básico. En cuanto a la distribución de los aparatos, cuatro se han instalado en la sede de Aznalcázar, concretamente en el gimnasio, la zona de aulas y el edificio administrativo, mientras el quinto ha ido a Huévar, zona en la que se realizan prácticas de conducción.
Estos instrumentos tienen que estar situados de forma que se posibilite que, al menos al 75 por ciento de los potenciales usuarios, se les pueda aplicar la desfibrilación en un tiempo máximo de tres minutos.
La Consejería de Salud, que otorga la calificación de espacio cardioprotegido, comprueba tanto la ubicación como la señalización de los dispositivos, los cuales deberán disponer de forma visible de las instrucciones de utilización y contar un sistema de comunicación que permita alertar de forma inmediata a los servicios de emergencia (llamando al teléfono único de emergencias de la Junta 112), así como la existencia de un adecuado plan de mantenimiento.
INCIDENCIA CARDIOPATÍAS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. En España, según la Sociedad Española de Cardiología, la cardiopatía isquémica ocasiona el mayor número de muertes cardiovasculares, concretamente un tercio del total --un 40 por ciento en varones y un 24 por ciento en mujeres-- y se estima que cada año aumente un 1,5 por ciento el número de casos de infarto y angina que ingresarán en los hospitales españoles debido al envejecimiento de la población.
Casi el 80 por ciento de los eventos de muerte súbita cardíaca acontecen fuera del entorno hospitalario. En la gran mayoría de los casos las personas que padecen un episodio de fibrilación ventricular fallecen por ausencia o fracaso de las maniobras de soporte vital básico y la experiencia científica ha demostrado que el único tratamiento eficaz contra la fibrilación ventricular es la desfibrilación eléctrica.
Esta terapia ha de ser lo más rápida posible para ser eficaz. De hecho se estima que su eficacia, medida en términos de supervivencia, disminuye aproximadamente un 10 por ciento con cada minuto de demora en la desfibrilación. La mayoría de los expertos y las sociedades científicas recomiendan aplicar este tratamiento en los tres primeros minutos para tener opciones razonables de supervivencia sin secuelas.
El desarrollo de sistemas de desfibrilación semiautomática de acceso público constituye, por tanto, la opción idónea para permitir el tratamiento efectivo de la muerte súbita debida a taquiarritmias ventriculares en un tiempo adecuado. La implantación de sistemas de este tipo permite establecer entornos cardioprotegidos frente a este evento.