CÓRDOBA 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el alcoholismo crónico son dos de las principales causas de las hemorragias digestivas en pacientes andaluces, según revela un estudio llevado a cabo en la comunidad, que apunta igualmente a las infecciones por Helicobacter Pylori y las hepatopatías crónicas virales como otros motivos principales de dichas lesiones digestivas.
Este mismo estudio epidemiológico revela que la mortalidad por hemorragias digestivas ronda el 10 por ciento de casos, siendo además los costes hospitalarios muy elevados, según informó hoy la compañía AstraZéneca, que celebró recientemente en Córdoba un encuentro sobre dicha patología.
Del mismo modo, sostiene que la úlcera péptica es, en el 54 por ciento de los casos, la responsable de la hemorragia digestiva, siendo más frecuente la úlcera duodenal que la gástrica.
"Está demostrado que la hemorragia digestiva es la complicación más frecuente de la úlcera péptica y que su alta incidencia se justifica por el uso cada vez más generalizado de antiinflamatorios y la presencia en el estómago de la bacteria Helicobacter pylori", señaló al respecto Ángel González, facultativo de la Unidad de Hemorragias Digestivas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, quien recordó que "tampoco hay que olvidar el envejecimiento de la población".
De hecho, y pese a reconocer que "aún se sigue mejorando el pronóstico global de estos enfermos sangrantes", la problemática continúa, "ya que en ocasiones la falta de protocolos consensuados a la hora de actuar entre las distintas especialidades implicadas, la edad y la comorbilidad cardiorrenal de los pacientes provocan que el porcentaje de mortalidad no descienda tanto como se desearía", admitió.
En este marco, se ha creado el I 'Consenso Nacional sobre el Manejo de la Hemorragia Digestiva por Úlcera Péptica', un proyecto elaborado por 15 expertos españoles y que ha contado con la ayuda del Centro de Investigación en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, cuya presentación ha tenido lugar en Córdoba.
Con este consenso se pretende recoger los avances que se están produciendo en el campo del tratamiento de la hemorragia digestiva por úlcera péptica, adaptando las directrices internacionales que ahora mismo existen al ámbito español y a los medios propios de cada área. "El objetivo es establecer una asistencia estándar para todos estos pacientes con el fin de detener la hemorragia, evitar las intervenciones urgentes y reducir la mortalidad", explicó dicho experto al respecto.
En cuanto al tratamiento de la hemorragia digestiva, apuntó al papel de la endoscopia como "incuestionable", ya que "logra un mejor control del sangrado, reduce las tasas de persistencia y recidiva (recaída) hemorrágica, así como la necesidad de intervención quirúrgica y el porcentaje de mortalidad", prosiguió González, quien agregó que los resultados de la endoscopia "se ven además bendecidos por una disminución de los costes asistenciales directos e indirectos".
Asimismo, sostiene que está demostrado que la administración de altas dosis de Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP), asociada al tratamiento endoscópico de la úlcera sangrante, "mejora los resultados de éste, reduciendo aún más el riesgo de resangrado y de intervenciones quirúrgicas; además, en los pacientes de alto riesgo, también disminuye la mortalidad".
Por tanto, "debe recomendarse el tratamiento combinado endoscópico y farmacológico con IBP a altas dosis y durante el tiempo suficiente en aquellos pacientes con hemorragia digestiva por úlcera péptica y estigmas mayores de sangrado", concluyó.