Las altas dosis de anticoagulantes en pacientes con COVID-19 son "ineficaces y posiblemente dañinas"

   Un equipo formado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una molécula sintética sencilla (ligando) que inhibe el efecto de la heparina, el fármaco anticoagulante más usado
Un equipo formado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una molécula sintética sencilla (ligando) que inhibe el efecto de la heparina, el fármaco anticoagulante más usado - ICAQ - Archivo
Publicado: jueves, 19 noviembre 2020 14:36

MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

Si bien los pacientes infectados por COVID-19 deben ser tratados con los tratamientos anticoagulantes habituales, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad George Washington (Estados Unidos) ha mostrado que los pacientes anticoagulantes en dosis más altas, sin las indicaciones médicas tradicionales para hacerlo, pueden ser ineficaces e incluso perjudiciales.

"Los pacientes de COVID-19 parecen tener una mayor incidencia de coágulos de sangre. Muchos hospitales y médicos comenzaron a usar altas dosis de anticoagulantes para prevenir estos coágulos o tratarlos de manera preventiva. "ueríamos revisar los datos de nuestro subconjunto de pacientes de COVID-19 tratados con anticoagulantes para determinar si la medicación en dosis más altas era útil", explica Juan Reyes, uno de los autores del trabajo, que se ha publicado en la revista 'Thrombosis Research'.

El equipo de investigación evaluó a 402 pacientes diagnosticados con COVID-19 admitidos en el Hospital George Washington entre el 15 de marzo y el 31 de mayo. Los resultados clínicos se compararon entre 152 pacientes tratados con altas dosis de anticoagulantes y 250 pacientes tratados con las dosis bajas estándar de anticoagulantes, típicamente prescritas a los pacientes médicos hospitalizados. Sus hallazgos no demostraron ningún beneficio adicional para aquellos tratados con dosis más altas de anticoagulantes más allá del estándar de atención.

"Si bien es cierto que los pacientes de COVID-19 podrían estar muriendo por coágulos sanguíneos, los datos que hemos evaluado no apoyan el dar a cada paciente una dosis alta de anticoagulantes. Eso es un desafío, ya que los beneficios aún no están claros. Advertimos contra un régimen agresivo de diluyentes de la sangre para todos, a menos que haya una clara evidencia para hacerlo", reflexiona al respecto otro de los responsables de esta investigación, Lei Lynn.

Al comienzo de la pandemia, todos los pacientes ingresados con COVID-19 en el Hospital George Washington fueron tratados con una dosis estándar de anticoagulantes, a menos que estuvieran contraindicados. A medida que se desarrolló la conciencia del elevado riesgo de coágulos sanguíneos, muchos médicos comenzaron a tratar a los pacientes con altas dosis de anticoagulantes. En este centro sanitario, para los pacientes no críticos se aconsejó a los equipos médicos que consideraran especialmente la posibilidad de iniciar una dosis alta de anticoagulación si el nivel de dímeros D de un paciente superaba los 3 microgramos por mililitro.

Este equipo de investigación publicó previamente un estudio en el que se encontraron niveles más altos del biomarcador dímero D, un indicador médico encontrado en la sangre, que se asocia con mayores probabilidades de deterioro clínico y muerte por COVID-19. Este estudio es el primero de su clase en utilizar los niveles de dímeros D para analizar los resultados clínicos de la anticoagulación en pacientes que no están críticamente enfermos.

"Aunque nos hubiera encantado ver un beneficio clínico de la anticoagulación para nuestros pacientes, nuestra investigación encontró que dosis más altas de anticoagulantes eran potencialmente dañinas, sin beneficios claros. Nuestra investigación resalta los desafíos del tratamiento de COVID-19. Hay muchas cosas que siguen siendo desconocidas", concluye la coautora del estudio, Karolyn Teufel.