MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Desde el comienzo de la pandemia algunas de las Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS) han multiplicado por 4 su capacidad en camas y, en los dos meses de mayor demanda asistencial, han llegado a manejar el doble de pacientes que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS), advierten un nuevo documento dado a conocer por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y donde pone de relieve el papel de la neumología y cirugía torácica en la asistencia y cuidados frente a la COVID-19.
El documento, que ha sido elaborado por representantes de la neumología y cirugía torácica españolas; ha contado con dos coordinadores, el doctor Carlos A Jiménez, actual presidente de SEPAR, y el doctor Germán Peces Barba, vicepresidente neumólogo de SEPAR, describe la reestructuración que los servicios de Neumología y Cirugía Torácica han realizado en cada una de las áreas de actividad de ambas especialidades.
"Los contenidos desarrollados en este documento también han de considerarse como recomendaciones que los expertos de SEPAR ofrecen a las autoridades y a los gestores sanitarios en materia de salud respiratoria en relación con el enfrentamiento a la epidemia de la COVID-19, tanto en materia de lo realizado en el momento de la fase aguda de la misma, como en su periodo de desescalada y de futuros rebrotes", afirma Peces Barba, en la introducción a esta publicación.
En los servicios de neumología no solo hubo una reorganización interna, sino que también dieron soporte al resto del hospital, aplicando soporte respiratorio no invasivo (SRNI) tanto a pacientes con techo terapéutico como a pacientes sin techo terapéutico. Las plantas de hospitalización se han adaptado, de modo que muchas de las camas se dotaron de monitorización cardiorrespiratoria.
"Muchos hospitales reconvirtieron una parte de las salas de hospitalización o las áreas idóneas de cada centro hospitalario, por su amplitud y disponibilidad de monitores y oxígeno, como las de ictus y de Cirugía Mayor Ambulatoria, en Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS). Esta nueva unidad asistencial se ha convertido en una pieza clave tanto de la hospitalización como de la desescalada", afirma el doctor David de la Rosa, coordinador del área de infecciones respiratorias de SEPAR.
Una UCRI se define como un área de monitorización y asistencia a pacientes con insuficiencia respiratoria aguda (IRA) que precisan soporte respiratorio no invasivo (SRNI), con ventilación mecánica no invasiva (VMNI), presión positiva continua de las vías aéreas (CPAP) y oxigenoterapia de alto flujo (OAF) como parte del tratamiento y que prestan soporte a pacientes no candidatos a ingresar en UCI o que aún no lo son, pero que, por su gravedad, tampoco podrían recibir cuidados adecuados en una unidad de hospitalización convencional.
"Las UCRI han sido un magnífico soporte a los recursos de UCI, a veces saturados, o bien para ganar tiempo estabilizando al paciente hasta su ingreso en la UCI e incluso evitando la intubación orotraqueal en muchos casos. Las UCRI han logrado reducir sensiblemente las cifras de mortalidad pese a no disponer del recurso de la intubación, que es el máximo control de la mecánica respiratoria", ha destacado la doctora Olga Mediano, coordinadora del Área de Cuidados Respiratorios de SEPAR.
Dentro de las propias UCRI ha sido preciso adaptar ciertos procedimientos y aspectos, algunos de ellos heredados de la UCI, como la pronación del paciente. En el caso de la COVID-19, los pacientes tienen una rápida evolución clínica a peor en pocas horas, por lo que, en la monitorización, es precisa la guardia presencial y las manos expertas, ya que en ocasiones el paciente requiere una escalada de tratamiento