MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La completa digitalización de las historias clínicas y los registros médicos, así como la integración de las herramientas de las Tecnologías de la Información (TIC) en la sanidad suponen "una oportunidad y una amenaza" y requiere una buena coordinación de los profesionales para evitar problemas de seguridad.
"La mayor dificultad, desde un punto de vista técnico, radica en la interoperabilidad entre los diferentes sectores que intervienen en la digitalización de los registros", ha destacado el presidente de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC), Jesús Manzanares.
De hecho, el Instituto ECRI de Estados Unidos acaba de publicar un análisis con las 10 estrategias para lograr un completo, correcto y seguro proceso de digitalización e integración de las TIC en los centros sanitarios.
En este sentido, consideran que involucrar a los gerentes sanitarios en todos los aspectos del proceso de digitalización, desde la planificación, el despliegue hasta la supervisión continua del sistema, es fundamental y una de las estrategias a tener en cuenta.
Entre los principales problemas del proceso de digitalización se encuentran los relacionados con la interfaz del sistema informático, con el registro electrónico (entrada de datos al sistema), con la configuración, con la recuperación de información, así como con la propia funcionalidad del software.
En relación a estos problemas de seguridad, según queda recogido en el artículo, la mayor parte de los mismos se provocan por errores humanos a la hora de introducir datos en el sistema, como errores en la dosis de tratamiento.
Por ello, es aconsejable designar un equipo de gestión de riesgos sanitarios en el centro y, en caso de que no sea posible contar con un equipo definido, que el personal encargado se involucre al máximo en todo el proceso para hacer frente a la entrada de pedidos de proveedores, apoyo a la decisión clínica, así como a la documentación de todos los errores que pueden afectar a la seguridad del paciente.
Además, Manzanares ha alertado de que cuando existe un error, las ramificaciones del mismo pueden ser masivas por el sistema, lo cual puede afectar a la facturación, la confidencialidad, la seguridad del paciente así como a la propia satisfacción del profesional sanitario.
"Es imprescindible asegurar a los pacientes que detrás de todos los datos recibidos hay un profesional que los supervisa. Un buen funcionamiento del sistema digital es crucial para una mayor calidad sanitaria, lo que a su vez supone una reducción muy significativa del gasto", asevera el presidente de la SEEIC.