MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Según una nueva investigación publicada en la revista 'Science', una infección multirresistente que puede causar una enfermedad que amenaza la vida en personas con fibrosis quística (FQ) y que se puede propagar de un paciente a otro se ha extendido a nivel mundial y se está volviendo cada vez más virulenta.
El estudio, dirigido por la Universidad de Cambridge y el Instituto Wellcome Trust Sanger, en Reino Unido, también sugiere que la limpieza convencional no será suficiente para eliminar el patógeno, que puede transmitirse a través de superficies contaminadas o en el aire.
'Mycobacterium abscessus', una especie de micobacterias resistentes a múltiples fármacos, ha emergido recientemente como una amenaza global significativa para individuos con fibrosis quística y otras patologías pulmonares, pudiendo causar una neumonía severa que lleva a aceleración de daño inflamatorio en los pulmones y evitar el trasplante pulmonar seguro. También es extremadamente difícil de tratar, con menos de uno de cada tres casos tratado con éxito.
Anteriormente, se pensaba que los pacientes adquirían la infección del medio ambiente y que la transmisión entre pacientes nunca sucedía. Sin embargo, este equipo de investigación estudió previamente un centro especializado de FQ en Reino Unido e identificado pruebas genéticas y epidemiológicas que sugieren la transmisión de persona a persona de 'M. Abscessus', pero no estaba claro si se trataba de un incidente único.
Ahora, mediante la secuenciación de todo el genoma de más de 1.000 aislamientos de micobacterias de 517 personas que asisten a centros de FQ especializados en Europa, Estados Unidos y Australia, los investigadores han demostrado que la mayoría de los pacientes con FQ han adquirido formas transmisibles de 'M. Abscessus' que se han extendido a nivel mundial.
TRANSMISIÓN AÉREA Y POR SUPERFICIES CONTAMINADAS
Un análisis posterior sugiere que la infección puede transmitirse dentro de los hospitales a través de superficies contaminadas y por transmisión aérea, lo cual representa un reto potencialmente serio para las prácticas de control de infecciones en los hospitales.
Utilizando una combinación de modelos basados en células y ratón, los científicos demostraron que las micobacterias recién evolucionadas eran más virulentas, con probabilidad de causar enfermedades más graves en los pacientes.
"Esta micobacteria puede causar infecciones muy graves que son extremadamente difíciles de tratar, que requieren un tratamiento combinado con múltiples antibióticos durante 18 meses o más", dice el profesor Andres Floto, del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge y el Centro de Cambridge para Infección Pulmonar.
"El insecto parece haber entrado inicialmente en la población de pacientes desde el medio ambiente, pero creemos que ha evolucionado recientemente para convertirse en capaz de saltar de paciente a paciente, volviéndose más virulento a medida que lo hace", detalla.
El profesor Julian Parkhill, del 'Wellcome Trust Sanger Institute, en Hinxton, Cambridgeshire, añade: "Nuestra investigación debe proporcionar un grado de esperanza: ahora que sabemos la magnitud del problema y estamos empezando a entender cómo se propaga la infección, podemos empezar a responder. Nuestro trabajo ya ha ayudado a aportar datos para las políticas de control de infecciones y proporciona los medios para monitorear la efectividad de éstas".