MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio elaborado por la Fundación Renal ALCER (Federación Nacional de Asociaciones para la lucha Contra las Enfermedades del Riñón), en colaboración con la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Zaragoza, ha analizado posibles avances en las técnicas de cocinado y alimentación para que pacientes con enfermedades renales puedan volver a disfrutar de la comida.
Las personas con alguna enfermedad del riñón, a menudo, no tienen pautas prácticas para poder controlar el exceso de minerales perjudiciales para su salud como son el potasio y el fósforo. Se acumulan en el cuerpo cuando fallan los riñones y pueden causar graves consecuencias en estos pacientes.
Desde 2011, ALCER y la Universidad de Zaragoza estudian cómo afectan las técnicas de cocinado a la pérdida de minerales en los alimentos de origen vegetal. El proyecto analiza los procesos de cocina como el remojo y la cocción en alimentos como la judía verde, acelga, lentejas, garbanzos o patatas. El estudio revela que la estructura del alimento es clave para facilitar la pérdida de potasio en el proceso de cocinado. El objetivo no es solo obtener mayor información, sino disponer de herramientas que el paciente y su entorno puedan aplicar para tener una alimentación mejor y más variada.
El coordinador del Proyecto de investigación, Antonio Vercet, cree que con este estudio se ha llenado una laguna de conocimiento que permite conocer de un modo más profundo, los efectos de los procesos de cocina, el contenido final en potasio en los alimentos y, en consecuencia, se ha conseguido obtener pautas claras y cómodas para la inclusión de estos alimentos en las dietas de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Además, considera que un alimento que ha sido sometido a congelación o cocción previa, pierde el potasio con mas facilidad que los productos frescos.
Alberto Caverni, dietista y nutricionista, con una amplia experiencia en nutrición para personas con enfermedades renales, señala que es muy importante para los profesionales sanitarios, ya que por fin cuentan con datos objetivos de las pérdidas de potasio en los alimentos más consumidos por los pacientes renales. Antonio Ochando, enfermero colaborador de ALCER y participante en este estudio declara que "no hay amor más sincero que el amor por la comida" y gracias a este estudio, se va a hacer mucho más fácil que las personas con una enfermedad renal puedan seguir disfrutando de su gran amor, sin que ello suponga un problema para su salud.