Desarrolla un protocolo que puede hacerse con los equipos autoclave de los hospitales y mantiene los tejidos y filtros de estas protecciones
VALNCIA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El instituto tecnológico Ainia ha desarrollado durante la crisis sanitaria generada por la Covid-19 un protocolo para la desinfección y reutilización de las mascarillas FFP2 y FFP3 destinado al personal sanitario a través de un sistema de descontaminación térmica que mantienen los tejidos y filtros de este tipo de material y, por tanto, su propiedades de protección.
Con la reutilización de estos equipamientos se pretende ofrecer a las autoridades y a los centros sanitarios una alternativa para la provisión de equipos de protección ante posibles situaciones de emergencia por desabastecimiento.
Para el desarrollo de este protocolo, diseñado para llevarse a cabo en los hospitales con los equipos autoclaves de que disponen para la esterilización de materiales, Ainia ha contado con la colaboración del departamento de salud Xtiva-Ontinyent de la provincia de Valencia a través de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). La investigación ha tenido financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace).
Por medio del estudio que ha dado paso a este sistema de desinfección y reutilización se ha comprobado que un tratamiento térmico a 120 grados centígrados durante 20 minutos es eficaz para destruir la E. coli, que se ha usado en la investigación como modelo alternativo válido para el estudio de tratamientos térmicos frente a la Covid-19.
El trabajo ha determinado que la carga biológica de esta bacteria, inoculada en una mascarilla FFP2 simulando un contagio de coronavirus, se reduce con el nuevo sistema en un porcentaje superior al 99,999 tras haber sido introducida en una bolsa de aluminio individual --impide el paso del vapor de agua y evita condensaciones que podrían mojar la mascarilla y reducir su carga electrostática-- e identificada y esta en un equipo autoclave para su descontaminación.
La investigación ha concluido que este método sería también válido para eliminar el Sars-Cov-2 de este tipo de mascarillas. Así lo ha explicado este lunes en la presentación de la iniciativa, el jefe de Innovación de Ainia, Andrés Pascual, que ha aseverado que de entre las distintas tecnologías de descontaminación evaluadas se optó por este tratamiento térmico en autoclave.
En la presentación del nuevo protocolo han participado también la directora general de Ainia, Cristina Del Campo; la directora general del Ivace, Julia Company; la gerente del departamento de salud Xtiva-Ontinyent, Margarita Llaudes, y las supervisoras de quirófano en los hospitales de Ontinyent y Xtiva Ana Mesa y Rafaela Bono.
Andrés Pascual ha resaltado, asimismo, que el sistema de desinfección elegido "no reduce la eficiencia filtrante de las mascarillas" FFP2 y FFP3, "que se mantiene siempre por encima del 95 por ciento después de tres ciclos de descontaminación". Para comprobar el efecto del tratamiento sobre las propiedades filtrantes se ha contado con la colaboración del IISTA-CEAMA de la Universidad de Granada.
AGUA, LEJÍA Y JABÓN DESCARTADOS
"Mojar una mascarilla filtrante FFP2 y FFP3 puede alterar su capacidad de fijación electrostática de partículas, reduciendo significativamente su eficacia filtrante", ha agregado Pascual. En esta línea, ha descartado "métodos de descontaminación que empleen agua o líquidos como soluciones alcohólicas, lejía o soluciones jabonosas".
Ana Mesa y Rafaela Bono han añadido en favor del sistema escogido que a su efectividad se suma "la disponibilidad de autoclaves en los centros hospitalarios, lo que permite aplicar el protocolo con equipos y procedimientos similares a los que se emplean ya para la esterilización de material sanitario" y evitar tener que adquirir nuevos equipos.
Pascual ha destacado que el método propuesto permite "una reutilización más segura" y ha aludido también a la tranquilidad que ofrece a los sanitarios no solo por la desinfección de estas protecciones para que puedan usarse de nuevo sino por la disponibilidad que ofrece de estos elementos de protección, teniendo en cuenta --como también han comentado Llaudes y Company-- "la situación de desabastecimiento que ha habido de Equipos de Protección Individual (EPIs) como mascarillas FFP2 y FFP3" en esta crisis.
El responsable de Innovación de Ainia ha apuntado que inicialmente se planteó la posibilidad de extender el estudio de esta descontaminación a otros colectivos profesionales e, incluso, a los ciudadanos aunque finalmente se ha decidido centrarlo por ahora en el ámbito hospitalario.
Pascual ha señalado como posibles próximos pasos seguir desarrollando la técnica en colaboración con la administración, las empresas u otros centros de I+D para evaluar otros modelos y/o marcas de mascarillas y adecuar el sistema a otros equipos de aplicación de calor como las estufas de laboratorio. El estudio se pone a disposición de la Conselleria de Sanitat y del resto del sector sanitario para que puedan asumirlo y aplicarlo.
Entre las propuestas de futuro, ha citado también evaluar la viabilidad de convertir el protocolo en rutinario para ahorro de costes y menor impacto medioambiental al reducir la generación de residuos, una idea que ha compartido la gerente del departamento de salud Xtiva-Ontinyent. Igualmente, ha insistido en la intención de extender el método a otras actividades como la industria, en la que también es frecuente el uso de las mascarillas FPP2 y FFP3.
"EN TIEMPO RÉCORD"
Margarita Llaudes ha hablado de la necesidad de "racionalizar" y "reutilizar" materiales como estos y ha defendido la idea de extender el protocolo a los centros de salud dependientes de los hospitales. Cristina del Campo ha resaltado el "compromiso" de Ainia no solo con las empresas sino con la sociedad para desarrollar soluciones, más en la actual crisis sanitaria y ha agradecido el apoyo del Ivace, Fisabio y el departamento Xtiva-Ontinyent para este proyecto que representa "un gran esfuerzo colectivo en tiempo récord".
Julia Company, por su lado, ha valorado la "respuesta inmediata" y la "disposición" de los institutos tecnológicos ante la Covid-19, con "más de 40 proyectos de material necesario" para hacer frente a la pandemia fruto de su investigación y no de la "improvisación", a la vez que ha subrayado l apuesta de su departamento para contar con ellos de "manera muy firme" y la importancia de la colaboración público-privada.