Advierten del riesgo de deterioro cognitivo tras infartos cerebrales "pequeños y silenciosos"

La doctora Myrtha O'Valle, directora de Irenea.
La doctora Myrtha O'Valle, directora de Irenea. - VITHAS SEVILLA
Publicado: viernes, 27 octubre 2023 13:44


SEVILLA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Expertos de Irenea, el Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas Sevilla, han llevado a cabo una serie de actividades para concienciar sobre la importancia de los procesos de neurorrehabilitación, así como el papel que juegan las familias y la sociedad en la readaptación de los pacientes, en el marco del Día Nacional del Daño Cerebral y el Día Mundial del Ictus, que cada año se conmemoran el 26 y el 29 de octubre respectivamente.

En este sentido, al margen de la concienciación social, desde el equipo de especialistas en neurorrehabilitación se ha hecho hincapié en la necesidad de formar en la detección temprana de los ictus y microictus, los cuales pueden provocar un deterioro cognitivo progresivo, según informa el centro hospitalario en una nota de prensa.

En concreto, "los microictus y los infartos lacunares pueden contribuir al desarrollo de un trastorno neurocognitivo, habitualmente conocido como demencia, y que ambas entidades son silentes y más comunes que los ictus más grandes, que sí provocan síntomas". La doctira Belén Moliner, directora médica de Irenea, ha señalado al respecto que los infartos lacunares, que afectan a las pequeñas arterias del cerebro, "pueden causar daño cerebral y, si se producen repetidamente, aumentan el riesgo de un deterioro cognitivo
a largo plazo, ya que estos eventos isquémicos pueden interrumpir el suministro de sangre y oxígeno a áreas cerebrales específicas, lo cual puede afectar las funciones cognitivas".

"Hay que tener en cuenta que la enfermedad cerebral vascular es una dolencia 'silenciosa', que presenta la persona durante muchos años, como consecuencia de pequeños ictus, que pasan desapercibidos y no suelen dar clínica sintomática, pero al repetirse en el tiempo, pueden tener un efecto
acumulativo en el cerebro y afectar a una zona cerebral ya más grande, por lo que se empiezan a detectar consecuencias clínicas, en forma de alteraciones cognitivas o de conducta", ha añadido la doctora.

Estos eventos pueden ser subdiagnosticados y subtratados y, en muchos casos, la enfermedad se destapa cuando aparece un ictus más grande y se diagnostica en una prueba de neuroimagen y/o a nivel clínico, ya que "algunos de los síntomas con los que podemos detectarlos pueden incluir dificultades en el habla, debilidad en los brazos o piernas, problemas de visión o confusión mental, pero al ser transitorios pasan desapercibidos y rara vez las personas buscan atención médica inmediata", ha puntualizado la doctora Myrtha O'Valle, directora de Irenea.

Las causas de estos pequeños ictus relacionadas con la demencia vascular son múltiples. Por ello, inciden desde Vithas Sevilla que la detección temprana y el tratamiento de los factores de riesgo vascular, como la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto, son claves para reducir su incidencia. Por ello, un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y la abstinencia de hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco, también puede desempeñar un papel fundamental en la prevención de estos episodios cerebrovasculares.