MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
La adopción de actividades saludables ayuda a sobrellevar el síndrome de abstinencia al tabaco, tal y como ha asegurado la organización Socidrogalcohol con motivo de la celebración, este viernes, del Día Mundial Sin Tabaco.
En este sentido, la asociación ha recordado que el éxito de la cesación tabáquica en personas que lo hacen sin ayuda es sólo de un 5 por ciento, frente a un 30-40 por ciento de éxito en personas que siguen un tratamiento con medicamentos específicos y apoyo psicológico, en ocasiones en forma de grupo de ayuda mutua, otras con un apoyo individualizado o incluso una combinación de ambas.
En este sentido, ha comentado que los medicamentos que han demostrado ser de utilidad para dejar de fumar son los sustitutivos de la nicotina como parches, chicles, comprimidos sublinguales o espray. Por lo que, ha destacado la importancia de consultar con los médicos y enfermeras especialistas en conductas adictivas o bien con los de Atención Primaria.
"Cuando una persona que ha desarrollado adicción al tabaco, deja de fumar, presenta los síntomas característicos de la abstinencia del tabaco: irritabilidad, mal humor, nerviosismo, intranquilidad, dificultad para concentrarse, para dormir, aumento de apetito y disminución del estado de ánimo. Se trata de un malestar transitorio que disminuye progresivamente si la persona se mantiene sin fumar y si va tomando los medicamentos específicos para dejar de fumar, por lo menos durante 12 semanas. Conforme van pasando los días, los síntomas de abstinencia van desapareciendo y la persona empieza a notar los beneficios de dejar de fumar", ha explicado el vicepresidente de Socidrogalcohol, Josep Guardia Serecigni.
Si alguno de los síntomas persiste, semanas después de haber dejado de fumar, como por ejemplo el control del peso o del estado de ánimo, se puede hacer un tratamiento específico del síntoma cuya recuperación se haya prolongado. Sin embargo, si la persona sigue fumando, la gravedad de la adicción puede seguir intensificándose y las consecuencias perjudiciales seguirán empeorando inevitablemente.
Las mejoras sobre el organismo se hacen notar a partir de los 20 minutos desde que se deja el mal hábito, con la normalización de la presión arterial y el pulso. A partir de unas horas se empiezan a notar otras mejoras como la disminución del monóxido de carbono en sangre, disminución del riesgo de un evento cardíaco e incluso la regeneración del olfato y el gusto. A partir de varias semanas y meses mejora la circulación, disminuye la fatiga y la tos y, a partir del año, empieza a disminuir la posibilidad de padecer cardiopatías y cánceres.
"Es importante que ante el planteamiento de dejar de fumar se planteen actividades alternativas saludables que ayuden a controlar la ansiedad generada por el síndrome de abstinencia, tanto hábitos deportivos (andar o realizar cualquier otra actividad) como llevar una buena alimentación. Es habitual que se incrementen entre 2 y 3 kilogramos en el caso de los hombres y 3 o 4 kilogramos en el caso de las mujeres, por lo que revertir hábitos va a ser fundamental para el control del peso", ha zanjado.