MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento efectivo de la hipertensión es crucial para reducir la carga de la enfermedad cardiovascular (ECV), afirma el profesor del Hospital Clínico de la Universidad de Valencia Josep Redòn, durante el simposium celebrado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología ('ESC 2014').
A pesar de existir numerosos medicamentos antihipertensivos efectivos, los índices de control de la tensión arterial entre los pacientes tratados con antihipertensivos dejan mucho que desear. En Europa, menos del 50 por ciento de los pacientes hipertensos alcanzan el objetivo de presión arterial recomendado (<140/90 mmHg), y este porcentaje incluye pacientes ya tratados con antihipertensivos.
Son varios los factores que contribuyen a este deficiente índice de control de la presión arterial, entre ellos la escasa adherencia a los tratamientos antihipertensivos, que afecta a un gran número de pacientes y está asociada con un mayor riesgo cardiovascular. "La adherencia en pacientes hipertensos cae bastante rápido", subraya el profesor del 'Centre Hospitalier Universitaire Vaudois' de Lausana (Suiza), Michel Burnier.
En los 12 primeros meses de tratamiento, hasta un 50 por ciento de los pacientes ha dejado de tomar su medicación según la prescripción de su médico. Una de las formas más directas y efectivas de mejorar la adherencia es "reducir la carga de comprimidos". "Las combinaciones que ofrecen dosis fijas en un solo comprimido constituyen una atractiva opción para mejorar la adherencia frente a los comprimidos individuales", aseguran.
FALSA "RESISTENCIA AL TRATAMIENTO"
Otro factor clave es el tratamiento de la hipertensión difícil de tratar, que incluye a aquellos pacientes con hipertensión resistente al tratamiento. Como señala el profesor de la Unidad de Hipertensión del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Luis Miguel Ruilope, la auténtica prevalencia de la hipertensión resistente al tratamiento parece ser mucho más baja de lo que se pensó originalmente.
En este sentido, un estudio reveló que, de aproximadamente 200 pacientes con aparente "resistencia al tratamiento", sólo el 15 por ciento cumplía realmente los criterios para ser calificado como "resistente al tratamiento".
"Una evaluación exacta de los pacientes con hipertensión es crucial para identificar a aquellos que pueden ser más difíciles de tratar", destaca Ruilope. Los pacientes "deben someterse a un chequeo clínico exhaustivo, que incluya monitorización ambulatoria de la presión arterial, comprobación de causas secundarias de la hipertensión, evaluación de la adherencia a los regímenes de medicamentos antihipertensivos y optimización del tratamiento farmacológico".
Uno de los pilares clave para conseguir el control de la presión arterial es la terapia combinada. "El tratamiento farmacológico con un único agente antihipertensivo suele ser insuficiente para conseguir controlar la hipertensión, y la mayoría de los pacientes requiere dos o más fármacos para alcanzar la presión arterial objetivo", recuerda el profesor del Departamento de Medicina Clínica y Molecular de la Facultad de Medicina y Psicología de la Universidad de Sapienza de Roma (Italia), Massimo Volpe.
Los estudios realizados con 'Olmesartán' han demostrado cómo puede aumentarse significativamente la eficacia del tratamiento basado en antagonistas de los receptores de la angiotensina (ARAII) mediante la combinación con un calciobloqueante, como amlodipino, o un diurético, como la hidroclorotiazida, además de "mejorar la adherencia del paciente al tratamiento gracias a la reducción de la carga de comprimidos".
La ECV es la principal causa de muerte en Europa, donde representa un 47 por ciento del número total de muertes. La mayoría de la mortalidad por ECV se debe a enfermedad cardiaca coronaria (ECC) e ictus. Estos episodios pueden atribuirse a algunos factores importantes de riesgo cardiovascular combinados con una tensión arterial alta como principal culpable.