Activistas del VIH abogan por asegurar un relevo generacional sin "dejar atrás" todas las lecciones aprendidas
MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Diferentes activistas en respuesta al virus de la inmunideficiencia humana (VIH) han abogado este lunes por asegurar un relevo generacional en estas organizaciones, de forma que los más jóvenes puedan afrontar los actuales retos sin "dejar atrás" todas las lecciones aprendidas, mientras que los que llevan más tiempo puedan acompañarles mientras "bajan" su ritmo de trabajo.
"Estamos en un momento en el que es necesario el relevo. Las personas que llevamos mucho tiempo estamos cansadas y el tiempo pesa como una losa", ha afirmado la coordinadora en Asociación Ciudadana Cántabra Antisida, Carmen Martín, durante una jornada de formación para ONG organizada por ViiV HealthCare.
Martín ha subrayado el impacto que tiene el activismo en la salud mental de estas personas, como estrés y agotamiento por la exposición constante a la enfermedad y a la muerte, razón por la que considera importante dar este relevo a las nuevas generaciones.
La activista ha recordado que en la actualidad es posible dar el testimonio de forma escalonada, mientras que en el pasado se daba "de forma espontánea" debido a los fallecimientos o al crecimiento de las entidades.
En ese sentido, ha resaltado la importancia del activismo para las personas con VIH, proporcionando "fuerza, sostén y acompañamiento", motivo por el que ha insistido en la necesidad de planificar el relevo sin "dejar atrás todo lo aprendido" y cuidando "el legado".
"El tejido que sostiene a la comunidad es el que necesitamos mantener, este es el trabajo que no se puede perder, y el de seguir formando alianzas y estrategias. Tenemos que ser generosos, hemos llegado hasta aquí por la generosidad de muchas personas", ha añadido.
La exdidrectora de SEISIDA y profesora en el Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones, María José Fuster, ha manifestado que la "lucha diaria" y el "estigma" que sufren los activistas, que en muchos casos también son pacientes con VIH, hace que muchos presentan signos del síndrome del superviviente del sida, que provoca depresión, ansiedad, sensación constante de alerta, irritabilidad, baja autoestima, problemas de sueño o aislamiento social.
Todo ello hace necesario que exista un apoyo psicológico y a la salud mental de los activistas, algo en lo que precisamente pueden actuar las propias organizaciones, que pueden crear redes de apoyo al autocuidado y la formación continua que les ayude a desarrollar una mejor labor.
Este impacto emocional ha hecho que la presidenta de Bizkaisida, Marta Pastor, haya anunciado su abandono del activismo tras décadas trabajando en el movimiento comunitario y dar una respuesta al VIH.
El miembro de Generación + de CESIDA, Daniel Cortez, quien forma parte de estas nuevas generaciones, ha afirmado que hay mucha gente joven que "quiere sostener esa memoria" y "dar respuesta" tanto a los problemas más clásicos como a los nuevos.
Asimismo, ha destacado que este tipo de asociaciones permiten a los pacientes "crear una familia y una memoria de las personas que están vivas y las que no", además de afrontar la enfermedad "más allá" de tomar un fármaco.
"Estas redes son el motor que nos hacen querer estar ahí, participando en la transformación, en construir una comunidad y hacer frente a los retos", ha añadido.
Del mismo modo, ha señalado que uno de los actuales retos consiste en abordar la situación de las personas trans y los migrantes con VIH, que son la parte de la población que más estigma sufre.
Según el estudio Transaludes: salud en personas trans y/o no binarias en España', liderado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), muestra que un 80 por ciento de las personas trans y/o no binarias en España ha experimentado alguna situación de miedo o discriminación en el uso de servicios sanitarios a lo largo de su vida, y que nueve de cada diez ha sufrido algún tipo de agresión en su vida.
La psicóloga de la ONG In Género, Paloma Santiago, y el trabajador social de la misma organización, Rubén Bustamante, han señalado que las mujeres trans que ejercen la prostitución son uno de los colectivos más vulnerables y que, por tanto, necesitan de una atención "aún más delicada".
Santiago ha explicado que las mujeres trans que ejercen la prostitución en España son "fundamentalmente migrantes de Latinoamérica", que llegan al país huyendo de la violencia, de una difícil situación administrativa y de falta de oportunidades en el mercado laboral ordinario.
Bustamante, por su parte, ha propuesto establecer protocolos homogéneos en todas las comunidades autónomas, incluir especialistas formados en salud trans, crear guías clínicas estatales trans y mejorar procedimientos administrativos, como homogeneizar la identidad reflejada en el DNI y en la documentación sanitaria.