MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Acción contra el Hambre ha avisado de que el Plan Global de Respuesta Humanitaria lanzado por la ONU para contener la pandemia del coronavirus, y con el que se pretende movilizar algo más de 1.900 millones de euros (2.000 millones de dólares) sólo solo podrá ser eficaz si cuenta con el apoyo de todos los Estados y complementa las respuestas humanitarias preexistentes a la crisis.
Además, esta respuesta también prevé la protección y el apoyo a las poblaciones más vulnerables, como son los refugiados, los desplazados internos, los migrantes y sus comunidades de acogida. "Este plan es un paso importante en la respuesta internacional a la pandemia de COVID-19 y debe ser financiado por todos los estados y donantes internacionales. Pero solo puede ser eficaz si es complementario a las respuestas humanitarias ya existentes", ha comentado el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.
A su juicio, la lucha contra la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, denominada Covid-19, no debería "desarmar" para luchar contra otras crisis humanas en curso y, en particular, contra el hambre que afecta a más de 821 millones de personas en el mundo.
Y es que, tal y como ha señalado, la respuesta a la pandemia de COVID-19 plantea retos "sin precedentes" en cuanto al acceso y la logística para las organizaciones humanitarias, que tendrán que garantizar la continuidad de sus actividades al tiempo que organizan la respuesta a la pandemia en contextos específicos que a veces ya son "muy difíciles" en términos de seguridad.
"Los desafíos logísticos son particularmente importantes en un contexto en que la lucha contra la pandemia está teniendo un fuerte impacto en el suministro, la logística y los recursos humanos de las organizaciones que, a veces, no pueden enviar el material o las competencias necesarias al terreno", ha dicho.
Por ello, ha avisado de que las autoridades deberán integrar plenamente a los agentes humanitarios en las respuestas nacionales para garantizar el despliegue "eficaz" de las operaciones humanitarias en la lucha contra la pandemia. "En países como el Yemen o el norte de Nigeria, nuestra capacidad de responder a la propagación de la epidemia dependerá también de la voluntad de las autoridades y los grupos armados de permitirnos trabajar de manera independiente e imparcial", ha subrayado Longué.
Por último, ha comentado que en muchos países de intervención el personal de las organizaciones humanitarias carece de guantes y máscaras. En este punto, ha advertido de que sin los medios de protección necesarios "no pueden intervenir eficazmente", lo que pone en riesgo también los programas humanitarios preexistentes, los cuales deben adaptarse a las nuevas normas sanitarias para evitar la propagación del virus.
"Sin el equipo de protección esencial para proteger a nuestros empleados, así como a las personas a las que ayudamos, no podremos intervenir para detener la pandemia. De acuerdo con nuestro mandato humanitario, queremos y estamos ya comprometidos a responder a esta epidemia, pero todos los gobiernos, donantes y actores involucrados deben ahora unirse para facilitar nuestra labor y no poner obstáculos: es una carrera contra el tiempo para asegurar que esta pandemia tenga el menor impacto posible en las poblaciones que ya son extremadamente vulnerables", ha zanjado.