MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) recomienda a los facultativos que traten un caso de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en jóvenes de 16 a 18 años buscar la implicación y el consentimiento de los padres de la menor, a pesar de que el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva aprobada hoy por el Gobierno no lo exige.
En este sentido, la vicepresidenta de esta entidad, la doctora Paloma Casado, aseguró que "aunque el médico no lo necesite si que debe buscar la colaboración de los padres, por el bien de la embarazada y de lo que pueda ocurrir", explicó en declaraciones a Europa Press. A su juicio, "no son situaciones fáciles para quien aborta", por lo que es necesario que estas menores puedan estar "lo más arropadas posible" y cuenten con el apoyo familiar.
Por ello, aunque la nueva ley no obliga a estas menores a contar con una autorización de sus padres, los médicos deben recomendar que informen de ello "sin llegar a trasladar el conflicto familiar a la consulta". De hecho, esta experta aseguró que son estos casos los que más preocupan a los facultativos.
Casado pidió que en los casos en que los médicos se opongan a realizar estas prácticas "se tenga en cuenta su objeción de conciencia", pero matizó que, a pesar de esta negativa, deben facilitar a las mujeres que deseen abortar el acceso al sistema sanitario y al nivel asistencial que éstas soliciten.
En cualquier caso, destacó que para facilitar la atención de las interrupciones voluntarias del embarazo sería recomendable elaborar una lista de aquellos profesionales que no estén de acuerdo en practicarlas. Según la vicepresidenta de SEMERGEN, este listado debería de ser "de carácter interno" y destinado "sólo para conocer la disponibilidad de sus profesionales y organizar la práctica de abortos".