El problema es la escasa investigación y el acceso a los tratamiento
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Unas 8.000 personas mueren cada día en el mundo por enfermedades que tienen cura, pero a las que ni la comunidad internacional ni las compañías farmacéuticas les prestan la suficiente atención, según denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF), en su última campaña ('www.yonolvido.org'), que busca mostrar, con fotografías y testimonios, la cara humana de seis enfermedades: malaria, sida infantil, tuberculosis, kala azar, Chagas y la enfermedad del sueño.
En concreto, esta iniciativa, con el lema 'Enfermos olvidados', muestra en su web la historia de pacientes de Zimbabue, República Centroafricana, Etiopía, India, Camboya, Bolivia y Armenia. Asimismo, muestra la experiencia sobre terreno del personal sanitario que trabaja con estas enfermedades por todo el mundo.
Además, ofrece la posibilidad de pedir por Internet un 'pack de activista', para difundir el mensaje de esta campaña, y en 2010, incluirá una exposición itinerante que recorrerá diversas ciudades españolas para contar la historia de estos enfermos olvidados.
Para la presidenta de MSF, Paula Farias, estas muertes serían evitables dando acceso a los tratamientos existentes y desarollando fármacos "más adaptados al mundo en desarrollo" ya que, en la mayoría de casos, el problema está en los métodos diagnósticos y tratamientos son "deficientes, difícilmente adaptables, caros o no existen".
Entre estas enfermedades figura el Chagas, cuyos retos son conseguir mejores pruebas diagnósticas, medicamentos más efectivos y menos tóxicos. Esta enfermedad, endémica en muchos países latinoamericanos y asociada a los más pobres, la padecen entre 10 y 15 millones de persona y causa 14.000 muertes cada año. Alejandra, una madre boliviana, narra su historia con esta enfermedad en la web.
En el caso de la malaria o paludismo, la meta es ampliar el acceso a los diagnósticos y tratamientos más efectivos en países como República Centroafricana, donde es endémica. Causa cerca de un millón de muertes al año, un 90 por ciento en África y un 85 por ciento en menores de cinco años. MSF da voz en su iniciativa a Modeste, un niño africano de ocho años, que ha tenido más de una vez malaria.
El objetivo en la lucha contra la enfermedad del sueño --conocida como tripanosomiasis humana-- es encontrar medicamentos eficaces, ya que más de 300.000 personas están infectadas en África y unas 50.000 mueren cada año por su causa. Awa, de 20 años, de República Centroafricana, la sufrió casi hasta las últimas consecuencias.