MADRID 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 80 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 35 años que han sufrido un cáncer de la sangre se encuentran con inconvenientes a la hora de contratar un producto bancario o un seguro y el 50 por ciento para reincorporarse de nuevo al mercado laboral, según el informe 'Jóvenes y Leucemia: más allá de sobrevivir', llevado a cabo por la Fundación Josep Carreras y en el que han participado más de 400 pacientes.
Se calcula que cada año entre 4.000 y 5.000 jóvenes son diagnosticados de leucemia aguda o un linfoma agresivo. Dadas las circunstancias y las necesidades sociales y personales de este colectivo, el estudio ha sido desarrollado con el propósito de conocer con profundidad todos los aspectos no médicos que afectan a este grupo poblacional.
Por este motivo, y junto con la entidad Proyecto Idún y con la Agencia de Estudios Punto de Fuga, durante el tercer trimestre de 2021 se desarrolló una encuesta a nivel nacional con el objetivo final de determinar cuantitativamente el impacto de la enfermedad en las trayectorias vitales de los pacientes en la entidad, profundizar y obtener nuevos conocimientos para comprender la vivencia de la enfermedad y determinar qué vías podrían ayudar a reducir o paliar el impacto de la enfermedad para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Para el análisis global del impacto que produce el diagnóstico de la leucemia o los linfomas agresivos en el colectivo joven, se han analizado aspectos clave de la trayectoria vital de los pacientes dentro de su entorno social, familiar y personal.
Así, el trabajo ha mostrado que la mitad de los jóvenes ponen en pausa los estudios durante una media de 14 meses, más del 50 por ciento señala dificultades físicas derivadas de la enfermedad para estudiar y el 40 por ciento declara haber tenido que volver a pagar tasas.
Además, a casi ocho de cada 10 pacientes la enfermedad les ha impactado negativamente en el ámbito laboral, seis de cada 10 deben abandonar o discontinuar su trabajo durante el tratamiento, y después de casi dos años (veinte meses de media), sólo uno de cada dos (el 53%) se ha reincorporado al trabajo y el 30 por ciento lo hará con condiciones diferentes de las que tenía.
Por otro lado, el 40 por ciento de los encuestados recibieron información previa sobre trámites, si bien a casi 9 de cada 10 les hubiera gustado tener más información y ayuda. En el 88 por ciento fueron los padres quienes asumieron el rol de cuidadores y siete de cada 10 tuvo que modificar su horario o ocupación laboral.
ACCESO A PRODUCTOS BANCARIOS Y SEGUROS
El 47 por ciento de los pacientes ha encontrado dificultades al intentar solicitar un préstamo; el 70 por ciento al pedir un seguro de decesos y el 83 por ciento cuando intentaban contratar un seguro de vida. En este sentido, un informe de la UE revela que España, junto con Islandia y Malta, son los únicos países que no tienen regulación específica para blindar el acceso a productos financieros de los pacientes supervivientes de cáncer.
Al mismo tiempo, el 46 por ciento de los pacientes tuvo que cambiar de residencia para recibir tratamiento, el 23 por ciento tuvo que cambiar de ciudad y el 22 por ciento volver a casa de sus padres. Asimismo, y según los resultados, al 78 por ciento le hubiera gustado recibir información sobre posibles efectos del tratamiento relacionados con su sexualidad, aunque sólo dos de cada 10 obtuvieron esta información.
La mitad de los pacientes deben buscar la ayuda psicológica por su cuenta y, de hecho, siete de cada 10 pacientes afirma que cuando más necesitó el apoyo psicológico fue después del tratamiento. No obstante, el 67 por ciento ha querido recibir más apoyo psicológico. Finalmente, a menos de uno de cada 10 pacientes encuestados el hospital los derivó a grupos de apoyo o asociaciones, pero el 79 por ciento considera positivo tener información, apoyo y grupos de ayuda.