El 80% de la formación médica continuada de las sociedades científicas va dirigida a la mejora de la práctica clínica

Médico
Médico - ENAC
Publicado: miércoles, 7 julio 2021 12:50

MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 80 por ciento de la formación médica continuada de las sociedades científicas van dirigidas a la mejora de la práctica clínica, según se desprende de un documento de posicionamiento estratégico sobre esta formación elaborado por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME).

En este documento, tal y como ha detallado la presidenta de la organización, Pilar Garrido, se han analizado todas las actividades de formación médica continuada que han realizado las sociedades científicas entre los años 2018 y 2019, poniendo así en valor tanto la trayectoria de las mismas en esta materia, como de la calidad de las actividades formativas que promueven y que, además, "garantizan una mejor atención sanitaria".

En concreto, según ha explicado el secretario de FACME, Benjamín Abarca, el documento señala que el 80 por ciento de las actividades de formación médica continuada que realizan las sociedades científicas están acreditadas y el 80 por ciento están dirigidas a la mejora de la práctica clínica.

Al mismo tiempo, en el trabajo se evidencia que estas organizaciones son las responsables del desarrollo de la formación continuada en los campos de conocimiento propios de cada asociación; y se destaca la necesidad de que sean el principal agente decisor en los modelos de gestión de la formación.

Por otro lado, desde FACME se recuerda que la implementación de los modelos de recertificación de competencias es un aspecto "clave" para garantizar la validación de la competencia profesional en la calidad de la práctica clínica, y que el 80 por ciento de las sociedades científicas tienen ya en proceso un desarrollo de un modelo de recertificación.

Finalmente, en el documento se destaca el papel de coordinador y representación de FACME; la importancia de la incorporación complementaria de las nuevas tecnologías de la información y la digitalización a la actividad asistencial; y la necesidad de no establecer barreras a la financiación de la formación médica continuada.