Expertos proponen adecuar el proceso de gestión de las incapacidades temporales al tiempo previsible de baja para cada enfermedad
MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) afirma que el 73 por ciento de los partes de confirmación de incapacidad temporal de larga duración (más de un mes de duración) emitidos en España son "innecesarios" debido a que la mayoría de las enfermedades que provocan este tipo de incapacidades "no varían de una semana para otra".
La actual legislación establece que, una vez realizado el diagnóstico y concedida la baja laboral, el primer parte de confirmación sea emitido por el médico de familia o el especialista a los cuatro días y, a continuación, una vez a la semana hasta que el paciente sea dado de alta.
Según el estudio de la SEMG, las incapacidades temporales de larga duración (ITLD) sólo representan el 28 por ciento del total de bajas laborales pero son la causa de casi tres cuartas partes del "tiempo perdido" por el médico de Atención Primaria (AP) en estos procesos, porcentaje que traspasado a un reloj supone que cada médico de familia invierte 22 horas al año en una tarea "sin sentido".
"Un cáncer, una depresión mayor o una enfermedad cardiovascular crónica no remite ni se estabiliza de una semana para otra, por lo que emitir partes de confirmación cada siete días es un sinsentido que, además de sobrecargar la actividad burocrática del médico, es una fuente de gastos indirectos para familiares o allegados que tengan que acudir a recoger el parte cuando el afectado no puede", aseguró el presidente de la SEMG, Benjamín Abarca.
Asimismo, "la emisión de partes de confirmación es un trámite que no genera ningún beneficio al paciente. La prueba está en que de cada 6,5 visitas a la consulta por una ITLD, en 2,5 ocasiones no se realiza una revisión clínica, sólo se entrega el papel firmado", explicó este experto.
PROTOCOLOS INDIVIDUALIZADOS
"Estamos de acuerdo en que el seguimiento de las incapacidades temporales es un recurso terapéutico propio de la Medicina Familiar y que, por lo tanto, no debe ser traspasada a otra especialidad. No obstante, eso no quita que se pueda mejorar su gestión y eliminar las acciones que no tengan una repercusión positiva sobre la incapacidad", señaló Abarca.
En este sentido, "la SEMG ha hecho llegar a los Ministerios de Sanidad y Trabajo los resultados del estudio y nuestra propuesta para adecuar el proceso de gestión de las incapacidades temporales al tiempo previsible de baja para cada enfermedad, es decir, establecer protocolos individualizados para cada paciente con el objetivo de lograr una mayor eficiencia del sistema sanitario", apuntó el presidente de la SEMG.