MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 73 por ciento de los españoles ha reconocido que valora de manera positiva el uso de los datos de salud con el objetivo de desarrollar la investigación, mejorar la calidad del sistema y la gestión del paciente, entre otras mejoras, aunque demandan mayor transparencia en cuanto a su finalidad, según ha revelado un estudio de la consultora IQVIA.
Este estudio pretende entender la percepción de la ciudadanía a la utilización de los datos de salud para investigación clínica y desarrollo de políticas de salud. Para ello, se han realizado 2.000 entrevistas 'on line' no incentivadas distribuidas por edad y comunidad autónoma de manera representativa para la población española.
Sobre el uso de datos, el seis por ciento de los encuestados ha afirmado tener una opinión negativa al respecto. Por grupos de edad, las personas más mayores tienen una menor predisposición a compartir sus datos en relación a los jóvenes. Por comunidades autónomas (solo Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco), la población menos proclive a compartir su información es el País Vasco, donde el 67 por ciento tiene una opinión positiva, seguida por Cataluña (71%) y, en el extremo opuesto, se sitúa Andalucía con casi un 80 por ciento de opiniones a favor.
La principal preocupación de los encuestados, en el uso de sus datos, es asegurar que estos estén perfectamente anonimizados (72%), entender la finalidad del uso (66%), asegurar que la información se
almacenará de manera segura y sin brechas (62%) y entender quien trataría la información de las historias clínicas (52%).
Por el contrario, el cuatro por ciento ha declarado que no le preocuparía ningún aspecto de compartir dicha información. El orden de importancia de estos cuatro aspectos se mantiene en todas las comunidades autónomas y rangos de edad, siendo la única excepción el grupo de más de 60 años donde el almacenamiento seguro y sin brechas supera en importancia el asegurar que la información esté perfectamente anonimizada.
Para garantizar que los datos de salud anonimizados se mantuvieran privados, es decir, protegidos de fallos de seguridad y/o acceso por personas no autorizadas, la población ha manifestado confiar más en una institución académica o de investigación clínica (60%) seguido de la administración pública mientras que un 40 por ciento prefiere el gobierno central y un 38 por ciento el autonómico.
Por último, la finalidad para la cual los ciudadanos estarían
más dispuestos a ceder sus datos de salud sería para apoyar la investigación médica realizada por investigadores universitarios (75%) seguido de la mejora de la prestación de cuidados dentro del hospital o servicio de salud que frecuenta (68%) y ayudar a informar o planear políticas de salud futuras (59%). En este caso, el orden de preferencia de la finalidad de uso se mantiene en todas las geografías, sexo y rango de edad con la excepción del rango de edad de más de 60 años donde la finalidad más seleccionada es la mejora de la prestación de cuidados en el hospital o servicio de salud que frecuenta (72%).
COVID-19
En relación con la pandemia, casi un 25 por ciento de los entrevistados declaran que su percepción sobre el uso de los datos
de salud como herramienta para la gestión sanitaria ha mejorado mientras que casi un doce por ciento comenta que su percepción ha empeorado. El resto de los encuestados comentan que su percepción no se ha visto afectada por la COVID-19.
En el rango de edad entre 17-29 años un 29 por ciento manifiesta que la pandemia de la COVID-19 ha mejorado su opinión sobre este
aspecto, mientras que en el rango de mayores de 60 años solamente un 18 por ciento. A nivel comunidad autónoma, en Andalucía es donde se observa un mayor porcentaje de ciudadanos que ahora tiene mejor percepción que la que manifestaban tener en la época pre-pandemia.